¿Se ha aparecido la Virgen en Calabria? El Vaticano autoriza las peregrinaciones

Segunda sentencia que en menos de una semana emite Doctrina de la Fe en este sentido

Si el papa Francisco no descansa ni en vacaciones (no se mueve de Santa Marta y trabaja con ahínco en discursos y documentos que verán la luz a lo largo de los próximos meses), tampoco lo hace Doctrina de la Fe, dicasterio vaticano cuyo prefecto es, desde hace un año, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández. De hecho, en las últimas semanas está poniendo el acelerador para pronunciarse sobre supuestas apariciones marianas con mucho arraigo popular. Así, en solo una semana, ha emitido dos juicios en este sentido.



En el primero, se hizo público “el juicio negativo y definitivo” sobre las supuestas apariciones de ‘Nuestra Señora de todos los Pueblos’, entre 1945 y 1959 en Ámsterdam, Holanda. En realidad, la decisión ya la tomó la Iglesia en 1974, a través de una comisión de cardenales que contó también con el respaldo de Pablo VI.

Se adoptó por “unanimidad”

Con todo, puesto que no se había dado a conocer tal veredicto, que se adoptó por “unanimidad”, se ha decidido ahora anunciar de un modo claro que ahí no hubo nada “sobrenatural”. Y es que, si “en el pasado, el dicasterio no solía hacer públicas estas decisiones, ante las persistentes dudas suscitadas sobre estas supuestas apariciones y revelaciones”, Fernández entiende que el mejor servicio que puede ofrecer la Iglesia a los fieles es ser clara.

Tras el comunicado del día 11 de julio, este martes 16 ha llegado otro similar, aunque en sentido opuesto. Así, Doctrina de la Fe reconoció que, “en el mundo secularizado en el que vivimos, en el cual tantos pasan su existencia sin referencia alguna a la trascendencia, los peregrinos que se acercan al Santuario dello Scoglio son un poderoso signo de fe”.

Una “experiencia del Espíritu”

Fue un simbólico modo de admitir que “los acontecimientos en torno” a este templo diocesano situado en Santa Domenica di Placanica, en la región italiana de Calabria, conllevan una “experiencia del Espíritu”, por lo que “se anima al obispo diocesano a apreciar el valor pastoral y a promover la difusión de esta propuesta espiritual, también a través de peregrinaciones”, a las que “se autoriza a los fieles” a ir.

Eso sí, siempre “mediante una prudente vigilancia”. Y es que, como en otros casos, Roma no ofrece “una aprobación del carácter sobrenatural del fenómeno”, que comenzó en 1968 con Cosimo Fragomeni, “un humilde campesino de 18 años” que afirmó ver a la Virgen. No se aprueba nada, pero tampoco se rechaza al no encontrarse evidencias que muestren la falsedad del fenómeno.

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