Las ex clarisas de Belorado no bajan la guardia en sus ataques al Arzobispado de Burgos. En las últimas horas, a través de su cuenta de Instagram han publicado dos ‘stories’ vinculados a la crisis que ellas mismas abrieron el pasado mayo cuando decidieron romper con la Iglesia católica, un cisma con argumentario ideológico y trasfondo económico.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- PODCAST: Los goles al estilo ‘Fratelli tutti’
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Las monjas amonestadas por el Vaticano han lanzado un mensaje en el que se mofan del trabajo de investigación que está realizando el comisario pontificio, Mario Iceta, por encargo de la Santa Sede con el fin de recopilar todos los datos posibles para completar el complejo puzzle de lo que ha sucedido y sucede en torno a este grupo de mujeres liderado por la ex abadesa, sor Isabel de la Trinidad.
Supuestos ‘amigos’
“A nuestros ‘amigos’ que vayan al Arzobispado de Burgos a declarar, por favor, que pasen a saludar”, exponen en Instagram con ironía y cierto tono de amenaza, en relación a quienes pudieran estar colaborando con el informe que estaría elaborando el equipo de Mario Iceta. El texto se acompaña de una imagen de la sede de la Archidiócesis y de su propio monasterio.
Junto a esta ‘story’, las ex clarisas han publicado otra imagen en la que, de alguna manera, vendrían a justificar la precaria situación económica en la que se encuentran actualmente. “¿Cuál es el problema de que una comunidad religiosa, ante la situación social y subidas de precio decida hacer una inversión en bienes de primera necesidad?”, señalaban las ex clarisas, en lo que pareciera ser una respuesta a quienes las han cuestionado sobre una errada gestión de las finanzas conventuales. sobre las decisiones vinculadas a las finanzas que habrían adoptado en este contexto.
De hecho, en esa mismo mensaje lanzado a las redes sociales apuntan a que se correspondería con unos sucesos acaecidos en marzo de 2021, esto es, justo el año después de la pandemia. Con cierta sorna, las monjas excomulgadas dejan caer que este dardo lanzado es solo el principio: “Brote de locura, capítulo 1”.