‘La Lettura’, suplemento cultural del ‘Corriere della Sera’, ha causado un gran impacto con la noticia difundida en las últimas horas. Y es que, tras acceder a varios archivos de la Santa Sede relativos al pontificado de Pío XII (1939-1958), el medio italiano ha comprobado cómo Marcial Maciel, fundador de la Legión de Cristo que en 2006 fue relegado a “una vida reservada de penitencia y oración, renunciando a todo ministerio público”, ya era seguido muy cerca por las autoridades vaticanas desde varias décadas antes.
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Hasta el punto de que, ya en los años 40 y 50, se había recopilado abundante documentación sobre la moral inapropiada del sacerdote mexicano. Y llegó un momento clave, en 1956, cuando se estaba culminando un proceso en su contra (por consumo de morfina y por su dudosa relación con seminaristas) que podía derivar en su reducción al estado laical y que, aunque no era público, había tenido como primera consecuencia su retirada como máximo responsable de los Legionarios de Cristo.
Hubo hasta dos visitas apostólicas
Sin embargo, la muerte de Eugenio Pacelli, solo dos años después, frustró esa investigación interna y Maciel no vio caer sobre él ningún castigo público en los pontificados de Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I (que apenas gobernó un mes la nave eclesial) y Juan Pablo II, siendo, de hecho, uno de los emblemas de su papado, entre 1978 y 2005.
En contacto con ‘Vida Nueva’, la Oficina de Prensa de la Legión de Cristo señala con pesar que “hoy sabemos que la información sobre la doble vida de Maciel es cierta”. En este sentido, “esta información es coherente con las razones, ya conocidas, por las que la Santa Sede, en 1956, apartó a Marcial Maciel del gobierno de la congregación”. Y no solo eso, sino que “realizó dos investigaciones a la misma”, en forma de “dos visitas apostólicas”.
Agradecimiento a la Santa Sede
La Legión de Cristo afirma que esta información “ya fue publicada en internet en 2012, por fuentes no oficiales”, y recalca que “no cesamos en nuestro deseo de conocer cualquier revelación sobre nuestro pasado que nos permita poder vivir en la verdad sobre nuestra historia, y agradecemos a la Santa Sede la apertura en 2020 de estos archivos y la posibilidad de acceso a los mismos”.
La caída en desgracia de Maciel no llegó hasta 2006, a los pocos meses de ser elegido Benedicto XVI, quien había reiniciado la investigación de su caso previamente como prefecto de Doctrina de la Fe. Con todo, tras su muerte, en 2008, muchos aún seguían aún rindiéndole culto. Así hasta 2010, cuando el Vaticano entró de lleno en el asunto para estudiar a fondo tanto los 65 años de gobierno dentro de la comunidad como el estado actual de los Legionarios de Cristo y del movimiento Regnum Christi, compuesta por laicos que beben de su carisma.
Abusos, drogas, corrupción…
Tras esa definitiva investigación de la Santa Sede ya se conocieron al detalle los muchos desmanes de su fundador: numerosos abusos sexuales contra menores y seminaristas, relaciones con mujeres que dieron como fruto varios hijos, consumo de drogas de todo tipo y diversas irregularidades económicas. Una espiral de corrupción en la que Maciel contó con varias personas de su confianza situadas en altos cargos internos y que lo taparon todo.
La Legión de Cristo y el resto de la Federación Regnum Christi tuvieron que emprender en los siguientes años un arduo camino de sanación interna, reconociendo el dolor infringido a las víctimas y depurando su carisma hasta conseguir salvar lo esencial del mismo al mismo tiempo que se reconocían sin ambages las desviaciones morales de su fundador.