Gloria Liliana Franco: “Las mujeres de la Iglesia necesitan una formación con sentido crítico para un liderazgo responsable”

La presidenta de la Confederación Latinoamericana de Religiosas aborda los desafíos femeninos en el IX Diplomado sobre Doctrina Social de la Iglesia organizado por la Academia de Líderes Católicos

Gloria Liliana Franco, en la Academia de Líderes Católicos

La presidenta de la Confederación Latinoamericana de Religiosas (CLAR), Gloria Liliana Franco ha reivindicado un mayor “acceso a la formación bíblica y teológica tanto para laicas como consagradas” con el fin de poder asumir un liderazgo eclesial sinodal. Desde ahí, reclamó “pensar la presencia de las mujeres en las Iglesia y religiones a partir de una formación con sentido crítico, una formación hacia una libertad y liderazgo responsable desde la comunión y la participación”.



Con esta propuesta, la religiosa de la Compañía de María se presentó a través de videoconferencia ante los 125 participantes del IX Diplomado sobre Doctrina Social de la Iglesia organizado por la Academia de Líderes Católicos. Este itinerario formativo se celebra a lo largo de esta semana en la Saint John’s University, en colaboración con la revista ‘Vida Nueva’.

Bebiendo del Evangelio

La madre sinodal y relatora del Instrumentum Laboris de la próxima asamblea del Sínodo de la Sinodalidad analizó en su ponencia los desafíos que tienen por delante las mujeres latinoamericanas, desde la mirada de un liderazgo creyente. “Cualquier líder, y más un líder inspirado al ritmo de lo femenino, está llamado a trabajar al modo de Jesús, bebiendo del Evangelio cuando nos ponemos ante el Evangelio como referente absoluto de nuestra vida, saboreando la Palabra”, planteó ante el auditorio.

“Dios quiere la plenitud de lo humano, y hombres y mujeres estamos convidados a la plenitud de lo humano”, comentó sobre el camino hacia la igualdad en el seno de la Iglesia, desde la vocación a la que cada uno está llamado. En cualquier caso, subrayó que “hombres y mujeres trabajemos juntos, mano a mano, para construir Reino”.

“La misión es una pasión por Jesús y, a la vez, una pasión por el pueblo, lo que exige la miseria humana, la carne sufriente de los demás”, destacó la consagrada que subrayó que “no puede haber ningún plan de gobierno ni estrategia que no surja de la amorosa mirada que haga un efectivo el compromiso con los más vulnerables”. “Del ejercicio de ver y contemplar surge conmovernos y pasar a la acción, tenemos que dejar que nos resuene el clamor de los pobres y nos incomode”, provocó a los presentes en el aula de la Saint John’s University.

Participantes en la Academia de Líderes Católicos

Participantes en el Diplomado de la Academia de Líderes Católicos

Dios nos está clamando desde la realidad de las mujeres de nuestro continente, lo que nos exige superar parámetros tradicionales y de esnobismos, porque Dios nos acontece en la vida, lo que exige estar despiertos”, apuntó. Para ello, hizo un llamamiento para “consolidar redes de trabajo entre las diferentes entidades eclesiales para generar empoderamiento de la mujer y sinergia solidaria que hace posible el mejoramiento de la calidad de vida”.

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