Mamen García: “Con los años, el imbécil es más imbécil”

Actriz

Tras su paso por ‘Señoras del (h)AMPA’, ‘Escenas de matrimonio’ y ‘Cuéntame cómo pasó’, Mamen García ha entrado a formar parte del reparto de la exitosa serie ‘La que se avecina’ (Telecinco), algo que le ha dado visibilidad ante una nueva generación de espectadores y la ha reafirmado como la importante figura del mundo del espectáculo que es.



No en vano, ha demostrado su talento en el cine, el teatro y la música, su gran pasión. Pocos saben que tiene formación musical, que canta jazz y blues como los ángeles, y que ha hecho recitales en Londres, Leeds y Manchester. Incluso, los más veteranos la recordamos en la icónica banda ‘Patxinguer Z’, que trabajaba en el mítico programa ‘Si yo fuera presidente’, de Fernando García Tola.

PREGUNTA.- ¿La música es tan importante como su carrera de actriz?

RESPUESTA.- Absolutamente. Por encima de todo soy música, soy creadora, compositora, pianista y cantante. Pero mi camino fue difícil y la vida me llevó al teatro, a los musicales, luego a la televisión, a las series… Pero todo es creación, todo vale y todo me gusta.

P.- Ahora es parte de la vida de muchos españoles porque es la distinguida, pero arruinada, marquesa Victoria Rafaela…

R.- Balmaseda de Unzeta y Téllez-Girón (risas). Ese personaje es un bombón a mi edad. Ha llegado un arquetipo que es una simbiosis entre mi hermana la mayor, que va muy “de clase”, muy vintage de los sesenta… Y le echamos dosis de bisutería. Es increíble porque llego a los niños, a los mayores y a los jóvenes.

P.- ¿Cómo es su relación con los admiradores más jóvenes?

R.- ¡Pero qué te voy a contar! Me paran todos los adolescentes: “Marquesa, ¿una foto?”… Pero si me llaman condesa no me vuelvo… Hay veces que no me apetece, pero cuando les veo las caras no me resisto. Es la coronación de un trabajo. Si estoy con mucha gente les digo: “Pardon, ce n’est pas moi”. Es lo que tiene haber hecho un bachillerato en francés.

Trabajar con niños

P.- Lleva haciendo papeles de abuela mucho tiempo, como en ‘Tengamos la fiesta en paz’, ¿cómo se lleva?

R.- Yo lo llevo genial. Sería boba si no me embarcara en esos proyectos. Ese fue otro bombón de película y nos lo pasamos genial.

P.- ¿Qué tal se trabaja con niños en un set de rodaje?

R.- Eran niños de una familia creativa. Y no fue tonto el director al hacer ese casting, pues encontró una pareja con seis hijos, de los que cuatro estaban en la película.

P.- También hizo de abuela en el musical ‘Billy Elliot’…

R.- También me cayó del cielo. No lo esperaba. Es de los musicales más bonitos que recuerdo, por su parte humanística.

P.- Hablábamos de abuelas. ¿Qué es ser abuela para usted?

R.- Es una sorpresa en tu vida, porque yo no conocí a mis abuelos, yo era la séptima hija de una pareja un poco mayor. Ejercer de abuela me pilla en un momento en el que estoy muy ocupada, pero cuando estoy en Valencia me encanta hacerles mis arroces, irme con ellos al campo… Además, los dos son muy lectores, estudian violín y piano, son creativos… Y estoy con ellos y soy una consentidora feliz. Porque nuestra norma de vida es la libertad en la creatividad.

P.- ¿Qué le gustaría que recordaran de usted?

R.- Me recuerdan en el presente. Me llaman Mamen, ni abu, ni abuela, ni yaya… Y me gustaría que me evocaran como a una persona creativa que estuvo con ellos y que les cuidó cuando pudo y que los quiso doblemente porque eran los hijos de sus hijos (que es un doble amor). Si les queda algo del arte que he intentado inculcarles, si me recuerdan un poco… sería maravilloso. También La actriz nos cuenta su experiencia como abuelaCuando trabajo en una compañía, me alejo del que no es bueno y desaparece de mi vida. Si alguien me da susto, me aparto… La bondad es un tipo de inteligencia infravalorada, pero crucial.

Imagen: AISGE

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