El obispo de San Sebastián, a los políticos vascos: “Las ideologías mal entendidas nos llevan a imponer nuestra visión”

Fernando Prado preside la misa de San Ignacio de Loyola en Azpeitia, en la que participa por primera vez Imanol Pradales como lehendakari

Fernando Prado, en Azpeitia

El idealismo, las ideologías mal entendidas, nos llevan a no tener los pies en la tierra, a protestar por todo sin proponer nada mejor, y querer imponer nuestra visión de parte, a veces de corte quimérica, a los demás”. Es una de las reflexiones que el obispo de San Sebastián, Fernando Prado, compartió ayer con los presentes en la Basílica de Loyola de Azpeitia para participar en la eucaristía con motivo de la fiesta de San Ignacio.



Entre ellos, se encontraba Imanol Pradales, que participaba por primera vez como lehendakari en esta misa. El político del PNV estaba acompañado por los consejeros Noël d’Anjou, Maria Ubarretxena, Mikel Jauregi y Susana García Chueca. Pradales fue recibido en la explanada del santuario por la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejería, la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, y la alcaldesa de Azpeitia, Nagore Alkorta.

Principios claros

Durante la homilía, Prado se dirigió directamente a las autoridades presentes para recordarles que “es más importante tener claros los principios desde los que trazar proyectos y soluciones”. En este sentido, repasó las pistas que ofrece el papa Francisco en la exhortación apostólica ‘Evangelii gaudium’, como “poner bien el horizonte y caminar poco a poco hacia él que querer dar soluciones inmediatas o cortoplacistas a las cosas”.

El Gobierno vasco, en Azpeitia

El lehendakari, Imanol Pradales, junto a otras autoridades de Euskadi EFE/Javi Colmenero

De la misma manera, les invitó a caer en la cuenta de que “hay un bien común que construimos entre todos, que ha de estar por encima de nuestras ideas particulares o de parte”. No dudó en afirmar que “la buena política no es una cuestión solo de mayorías. Ha de buscar siempre amplios consensos para que realmente sea eficaz”. “Querer hacer las cosas solo con nosotros y los nuestros, es un auténtico error”, dejó caer justo después.

Tiempos de polarización

El prelado presentó esta hoja de ruta de Francisco como antídoto “en estos tiempos de polarización en todos los niveles y en todos los ámbitos, en que el antagonismo predomina y no pocas veces tensa la cohesión social más allá de la cuenta, nos viene bien escuchar estas sabias palabras y reflexionar sobre ellas”.

Más allá de estas indicaciones, agradeció a las autoridades púbicas su esfuerzo por trabajar en aras del bien común “en medio de un mundo de equilibrios muy complejos”. “Los ciudadanos, que os exigimos, a veces incluso más de la cuenta, os agradecemos vuestra disponibilidad para servir a la ciudadanía”, planteó, a la vez que se comprometió a “colaborar con lealtad e ilusión en este empeño por el bien común en todo lo que podamos”.

Antes de rematar su homilía les recordó que “siempre hay gente a la que no llega el bienestar del que la mayoría disfrutamos”. “Los más pobres han de ser siempre como una alarma que nos recuerde cuál es el objetivo final de todo empeño en la cosa pública”, concluyó.

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