Rafael Salomón
Comunicador católico

La obra creadora de Dios


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Entender el conocimiento humano es adentrarse en el cúmulo de información de nuestra humanidad, generaciones han pasado dejando sus descubrimientos, compartiendo su admiración por el mundo y por supuesto, por las leyes que lo rigen. Admirar la creación de Dios es sin duda una forma de agradecer tanto amor y es que los avances científicos demuestran la complejidad de nuestro mundo, es el producto de un amor sin medida.



“Dios vio todo lo que había hecho; y era bueno en gran manera. Y fue la tarde y fue la mañana: el sexto día“. Génesis 1,31.

La ciencia nos va explicando de una manera muy clara las leyes que hay en nuestro planeta, de manera que a lo largo de los años hemos comprendido mejor nuestro entorno; sin embargo, seguimos admirando lo que Dios ha creado para nuestro regocijo. En ese punto la ciencia y la religión nos permiten darnos cuenta de la naturaleza y de la dimensión sobrenatural. Saber y creer son dos deseos y derechos de los seres humanos.

“La ciencia y la fe religiosa se han relacionado”

“Todos los hombres tienen, por naturaleza, el deseo de saber“, decía Aristóteles. Por otra parte, el discípulo de Cristo pidió a su Maestro: “Señor, ayuda mi incredulidad”. Marcos 9, 34.

Hombre y estrellas

Hombre y estrellas. Foto: Unsplash

En ocasiones nos cuesta comprender tanta grandeza y tal vez, negamos que una mente creadora pudiera realizar tanto. Una gran cantidad de pensadores han afirmado que la fe es ciencia y la ciencia es fe, sin que haya que esforzarse en buscar conciliación, dones ni armonías entre las dos. Ante la grandeza del vasto conocimiento podríamos decir que tener fe es creer. La fe religiosa nos lleva a reconocer la existencia de Dios y quien descubre la verdad por medio del método científico experimenta un cierto tipo de fe.

Dios es el autor de la ciencia y sin duda la investigación científica abre nuestra mente para que podamos comprender la obra creadora de Dios. No podemos ignorar que en ocasiones la ciencia y la fe religiosa se han relacionado a través de la historia dando su apoyo y también han mantenido una amarga enemistad.

El universo: creación divina y perfecta

Los seres humanos necesitamos la fe y la ciencia para encontrar nuestro lugar en el universo, eso lo pude constatar en mi viaje más reciente a la NASA, donde el conocimiento humano acerca del espacio ha llegado a un nivel tan avanzado que las leyes de nuestro planeta deben ser bien comprendidas para salir de nuestra órbita y viajar a lugares tan remotos fuera de nuestra galaxia.

Fe y ciencia, es la única forma de comprender el universo. Lo que descubrí fue la inmensidad de la creación, como el amor infinito de Dios, indescifrable, grande y majestuoso. Me queda claro que no pudo ser producto de la casualidad y mucho menos el accidente de energía lo que nos ha dado vida. Cuando visitas el centro espacial, cambia completamente la percepción del mundo y del universo. Sólo una mente creadora pudo concebir y crear la vida.

Y concluyo con la siguiente pregunta: ¿Puede haber verdadero conocimiento científico donde existe la fe? Las experiencias religiosas de científicos de la talla de Isaac Newton, Albert Einstein y Werner van Braun, demuestran que esto es posible. Y en mi opinión, no tengo duda que el universo es creación divina y perfecta.