España dijo presente en el Congreso latinoamericano de teología sinodal, organizado por el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), del 9 al 11 de agosto, en Bogotá.
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Se trata de Luis Marín de San Martín, subsecretario del Sínodo, y Eloy Bueno de la Fuente, padre sinodal, quienes han participado activamente en las mesas de trabajo y conversatorios.
Luis Marín de San Martín, subsecretario del Sínodo
Marín, estuvo acompañando a la directiva del Celam y a su equipo teológico en cada uno de los momentos clave de este evento, que reunió a más de 150 docentes, teólogos, participantes del Sínodo y agentes de pastoral.
Para el madrileño “ha sido un verdadero regalo de Dios, una gran alegría porque me he encontrado con un grupo de hermanos, de hermanas, vivo, muy vivo, con gran dinamismo muy abierto, con una gran libertad y con mucho amor a la Iglesia”.
El prelado destacó el papel que desde latinoamérica dan a la Iglesia universal “no solamente en el proceso sinodal, sino en la reflexión y la vida eclesial”, porque “se ha hablado con mucha libertad, se ha buscado el bien, se han abierto pistas de desarrollo”.
Sobre todo veo que “se ha asumido el reto de hacer de la teología una experiencia de vida que ayude a la Iglesia no solamente en un ámbito académico, sino que ayude e ilumine la realidad en medio de estas circunstancias que nos toca vivir”.
Ejemplo para el mundo
Eloy Bueno de la Fuente, padre sinodal
Por su parte, el teólogo y docente de la Universidad de Burgos, Eloy Bueno, siente que fue una experiencia “auténticamente eclesial” y asegura que el camino sinodal latinoamericano debería “ser modelo para otros continentes”.
“Creo que por razones que no vamos a entrar ahora a comentarlas, me parece que tienen una tradición de trabajo sinodal a diversos niveles que yo creo que en este proceso sinodal es un ejemplo para toda la Iglesia”, apuntó.
El académico aseguró que “la sinodalidad no es una teoría o una hipótesis, sino que puede hacerse vida concreta con personas concretas. Creo y diría pensando en España que lo primero que haría falta es creérselo”.
“Y por eso es bonito venir desde España y ver aquí tanta gente que realmente se lo cree y ver la perfecta sintonía que hay entre el pueblo de Dios con sus pastores, con sus teólogos, en una armonía que realmente es magnífica”, finalizó.
