El ‘Colectivo de derechos humanos Nicaragua nunca +’ alertó sobre una escalada represiva contra la Iglesia en ese país, por lo que exigió la liberación de los sacerdotes detenidos por la Policía Nacional y se solidarizó con las familias de las personas que han sido injustamente detenidas por el régimen de Daniel Ortega.
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En conferencia de prensa virtual, la organización -integrada por exiliados nicaragüenses residentes en Costa Rica, y cuyo objetivo es denunciar los abusos a los derechos humanos de las personas en su país- expuso ante la opinión pública datos que atestiguan las “múltiples violaciones a la libertad de religión en Nicaragua, que reflejan un panorama de creciente represión”.
Lo anterior -explicó- se ha visto reflejado en “detenciones arbitrarias, ataques directos a líderes religiosos, estigmatización y mensajes de odio en los pronunciamientos oficiales respecto a la libertad de culto”.
En su más reciente informe: ‘Boletín #4: Persecución a laicos‘, el colectivo informó que, de 2018 a la fecha, el gobierno nicaragüense ha expulsado a 222 religiosos, incluyendo a 91 monjas.
Asimismo, refirió que el régimen envió al Vaticano a 34 sacerdotes en lo que va del año, cifra que aún no contabiliza a los últimos siete religiosos que salieron del país la semana anterior.
Atentado contra la infraestructura religiosa
“El régimen Ortega-Murillo ha incrementado el hostigamiento a laicos y líderes religiosos. Las agresiones a sacerdotes, obispos, religiosas y la feligresía han sido documentadas por instancias defensoras de derechos humanos, destacándose casos de expulsión de congregaciones y la clausura de organizaciones no gubernamentales religiosas”, añadió el colectivo.
Radio María Nicaragua
También informó que desde el año 2021, más de 420 organizaciones cristianas han sido canceladas, incluyendo Cáritas de la Diócesis de Matagalpa, y “se han confiscado al menos 22 medios de comunicación religiosos, siendo uno de los últimos Radio María, cuya última transmisión fue el 9 de julio de 2024”.
La organización consideró que “este patrón de persecución ha llevado a la expulsión y el desplazamiento forzado a más de 200 personas religiosas y al incremento de la vigilancia sobre actividades realizadas sobre todo en iglesias católicas”.
Agregó que al menos 22 religiosos nicaragüenses han sido despojados de su nacionalidad, entre ellos los obispos de Matagalpa, Rolando Álvarez y el auxiliar de Managua, Silvio Báez, respectivamente.
