Los trabajadores del Vaticano, en pie de guerra: no a la subcontratación ni a los recortes de derechos

La Asociación de Empleados Laicos de la Santa Sede cuestiona la reforma económica emprendida por Francisco y alerta de una externalización de servicios

El Papa Francisco, con dos trabajdores

El que podría considerarse como el ‘sindicato’ de trabajadores de la Santa Sede alza la voz sobre lo que considera una creciente subcontratación, privatización, externalización, recortes de personal y de derechos. Todo fruto de la reforma económica estructural emprendida durante el pontificado de Francisco. Así lo recoge en un manifiesto publicado por la Asociación de Empleados Laicos del Vaticano, un ente creado en 1993 y reconocido por Roma como organismo representativo de los trabajadores.



“Las noticias más recientes nos hablan de un Vaticano que se abre a la subcontratación en diversos sectores”, se expone en un documento, poniendo como ejemplo las labores de limpieza y portería, así como el supermercado del Estado más pequeño del mundo. Además, alertan de que la gestión de los bienes inmobiliarios también se han puesto en manos de agencias, lo que provocará una adaptación de los alquileres de las residencias en las que viven algunos empleados a precio de mercado. Sobre las inversiones, también cuestionan que sean empresas norteamericanas las que estén administrándolas.

Empresa de pleno derecho

Así pues, el sindicato asegura que estas medidas representarían “un cambio radical de dirección: de una pequeña comunidad inspirada por los valores del Evangelio, deseosa de subrayar su particularidad ante los ojos del mundo, a una empresa de pleno derecho”.

El colectivo considera que la reforma estructural promovida durante el pontificado de Francisco está conformando “una multinacional un tanto coja, que carece de muchos bonos, premios y recompensas de los que disfrutan en cambio los empleados externos”.

Horas extra

Además, denuncian una reducción en las contrataciones, limitaciones en el pago de horas extras, retrasos en la reforma salarial anunciadas y ausencia de medidas en materia de pensiones. A la vez, critican que se están produciendo ascensos que “ no siempre se desarrollan según criterios de meritocracia”.

El Papa almuerza con trabajadores del Vaticano

El Papa almuerza con trabajadores del Vaticano

En este mismo manifiesto, lanzan al aire algunas cuestiones: “¿en qué se está convirtiendo el Vaticano? ¿Para quién trabajamos? Todos sabemos la importancia de mantenerse al día, pero ¿a qué costo? ¿Cuáles son las razones detrás de este repentino viraje?”. Con estas interrogantes de fondo, reclaman un mayor diálogo por parte de los responsables de la economía vaticana, con la vista puesta en la asamblea general de trabajadores prevista para septiembre.

Dardos al Papa

A la par, no dudan en echar en cara al papa Francisco sus reflexiones en torno a los derechos laborales y citan incluso una de sus reflexiones: “El trabajo es propio de la persona humana: expresa su dignidad de criatura hecha a imagen de Dios”.

En el manifiesto también hacen referencia a la demanda colectiva presentada en la pasada primavera por los trabajadores de los Museos Vaticanos para exigir mejoras de las condiciones laborales, incluyendo el reconocimiento de la antigüedad, bajas por enfermedad y compensación por horas extra.

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