El papa Francisco ha recibido esta mañana en los palacios apostólicos al alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni. El encuentro apenas ha durado unos treinta minutos, dentro de la media de estas citas institucionales. En la cita, también participaron el tercer teniente de alcalde, Albert Batlle, responsable del área de Prevención, Seguridad, Convivencia y Régimen Interior del Ayuntamiento, y la embajadora española ante la Santa Sede, Isabel Celaá
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- El Podcast de Vida Nueva: el tráfico y la trata como riesgo de los vulnerables
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
A diferencia de otros responsables políticos y eclesiales, que atienden a los medios en la plaza de San Pedro tras la cita pontificia, el equipo de regidor catalán ha optado por facilitar un comunicado en el que se subraya cómo Collboni ha transmitido a Francisco el “profundo respeto” y agradecimiento de Barcelona por su liderazgo global.
Sobre la polarización
De la misma manera, en la nota se pone en valor el papel de Jorge Mario Bergoglio como promotor de la cultura del encuentro “en un momento de polarización política y donde la carrera armamentística supone un riesgo para la paz en Europa y Oriente Medio”.
El comunicado también desvela que Collboni le habría transmitido al Papa su reconocimiento a la labor social de la Iglesia por los excluidos y ha expuesto que “en Barcelona, una ciudad diversa, abierta y plural, estos esfuerzos son valorados y reflejan nuestro compromiso por construir una sociedad que viva en paz y armonía”.
Asuntos eclesiales
Junto a estos temas, el Papa y el primer edil de la Ciudad Condal también han abordado la urgencia de promover un desarme mundial, apostar por la diversidad religiosa y cultural “como fuente de riqueza” y priorizar la lucha contra el cambio climático.
En el diálogo con el pontífice también se han colado temas eclesiales, tales como el milenario de la fundación del Monasterio de Montserrat, que se celebrará el próximo año, así como la culminación de la Torre de Jesús en la Sagrada Familia, prevista para 2026.
El papa Francisco, con Isabel Celaá, Jaume Collboni y Albert Batlle / EFE
Entre los obsequios que la delegación municipal ha entregado al Papa, se encuentran ‘Una biografía de Barcelona’ de Miquel Tarradell, una reproducción de la Sagrada Familia y un sobre con jamón ibérico de Guijuelo.
