El jesuita Antonio Allende es desde este mediodía oficialmente el nuevo rector de la Universidad Pontificia Comillas. El aula magna del centro formativo acogió la toma de posesión en un acto presidido por el prepósito general de la Compañía de Jesús y gran canciller de la universidad, Arturo Sosa. En el evento, también participaron el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, el provincial de los jesuitas, Enric Puiggròs y el rector saliente, Enrique Sanz, SJ.
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En su discurso, Allende reivindicó el papel de la universidad como un lugar de “misión” en el que “promover la justicia social y la sustentabilidad ecológica a través del diálogo con las culturas y las religiones”. El jesuita se pone al frente de Comillas después de ser delegado de Educación de la Provincia de España, desde donde ha coordinado el funcionamiento de los 69 centros educativos que la Compañía de Jesús dirige en el país. El nuevo rector asume esta responsabilidad, consciente de que tiene entre sus manos “cuidar y sostener una institución pujante, viva, consolidada y de probada calidad que ha servido a la sociedad y a la Iglesia durante 120 años”.
Apuesta por el talento
El jesuita presentó los principales desafíos que tiene por delante Comillas, como la apuesta por el talento y por el emprendimiento, el aumento de la oferta universitaria en Madrid y las necesarias reflexiones sobre la Inteligencia Artificial. “Hay cuestiones técnicas, éticas, legales y sociales que requieren respuestas rigurosas por nuestra parte, para utilizarla y formarnos y formar a otros en su uso”, compartió.
A la vez, planteó la necesidad de promover una “investigación profunda y rigurosa con una mirada interdisciplinar” y de mantener “la dimensión de excelencia de nuestra actividad docente”. Adentrándose en una mirada desde el humanismo cristiano, expresó su deseo de que los alumnos de Comillas sean capaces de descubrir su vocación para “vivir una vida digna y con sentido” y que promuevan la reconciliación en el mundo de hoy.
Verdadero apostolado
Por su parte, Arturo Sosa subrayó que para los jesuitas “la misión universataria no es otra cosa que apostolado”. Esta premisa hace que Comillas no solo sea “un centro de alta calidad académica y de mucho prestigio”, sino “un verdadero apostolado que quiere llevar adelante la misión de la Compañía de Jesús en toda su riqueza”. Por ello, planteó que esta concepción exige “actores activos y constructivos” en la comunidad educativa para construir “redes” con otras universidades con el fin de “transformar la realidad”.
“Comillas goza de muy buena salud”, expresó el rector saliente, que puso de manifiesto valores clave en la comunidad universitaria como la lealtad y pidió perdón “por los errores cometidos y por no haber cuidado de forma adecuada y con caridad”.
