La Revuelta de Mujeres en la Iglesia de Madrid ha manifestado, por medio de un comunicado dirigido al presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, su “indignación y preocupación” ante las declaraciones de este el pasado 4 de septiembre, en las que llamaba a “poner en su contexto” la polémica con el canto del alcalde de Vita.
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Y es que, hace unos días, si bien Argüello calificaba de “reprobable” el cántico con “elogio” de la “violencia” entonado por el alcalde de Vita (Ávila), Antonio Martín, pedía ponerlo “en su contexto” de fiesta popular, “a altas horas de la madrugada y después de haber bebido”.
Los hechos ocurrieron durante la celebración de las fiestas de Vita, cuando Martín subió al escenario y entonó delante de los vecinos la siguiente letra: “Me encontré una niña sola en el bosque, la cogí de la manita y me la llevé a mi camita. La subí la faldita y le bajé la braguita (…)”.
Algo que, para la Revuelta de Mujeres en la Iglesia, es un “espectáculo burdo, soez y depravado” en el que el alcalde de Vita alardea “de pederastia infantil, específicamente a niñas”. Rechazan, por ello, “las justificaciones del obispo Argüello que tratan de contextualizar un delito de exaltación de la pederastia y de la cultura de la violación hacia las niñas y las mujeres, ensalzado por varones en torno a una fiesta”.
“Justificar lo injustificable”
“Lo que expresa explícitamente la canción del alcalde de Vita es de una perversión inaceptable, de un profundo machismo, un desprecio hacia las mujeres y las niñas, un atentado a nuestra cultura democrática y de igualdad, además de una sórdida depravación que incita a la justificación de la violación bajo determinadas circunstancias”, asevera la organización.
“Hubiéramos deseado que desde la jerarquía eclesiástica se alzara la voz en contra de la violencia que mujeres y niñas que padecemos en todos los ámbitos de nuestro día a día”, lamentan. Sin embargo, “las declaraciones del obispo Argüello atacan nuestra dignidad como mujeres, como ciudadanas y como creyentes. Las palabras del obispo, en su intento de contextualización y justificación, son inadmisibles, instigan al delito y dañan a toda la ciudadanía, muy especialmente, a la comunidad eclesial”.
“Como mujeres creyentes”, inciden, “el hecho de que desde la CEE no se hayan pronunciado al respecto, nos ratifica en las declaraciones del papa Francisco que expresa en numerosas ocasiones cómo el tema de la pederastia y abusos de poder, conciencia y sexuales en la Iglesia, no son coyunturales sino estructurales”.
Así, consideran que “si después de estas declaraciones el obispo Argüello no rectifica y pide disculpas no debe seguir presidiendo la Conferencia de obispos de nuestro país”. “Son declaraciones inaceptables, que ponen de manifiesto el machismo, y el abuso de poder justificando lo injustificable”, aseveran. “Esto no brota del evangelio de Jesús, lo pervierte. Pedimos a nuestros obispos respuesta y reacción”.