El arzobispo de Rosario, Eduardo Martín, envió un comunicado al Pueblo de Dios en el que clarifica algunas consultas recibidas sobre el grupo Soplo de Dios viviente que es acompañado pastoralmente en la arquidiócesis.
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El prelado inicia la carta mencionando al papa Francisco, quien en ‘Evangelii gaudium’, 31 afirma que el obispo debe fomentar al comunión misionera siguiendo el ideal de las primeras comunidades, donde tenían un solo corazón y una sola alma. Además, especifica que el pastor estará delante para indicar el camino y cuidar la esperanza del pueblo, o simplemente, en medio de todos con cercanía sencilla y misericordiosa.
Necesidad de purificación
Comentó que, después de haber recibido la opinión de los sacerdotes que siguen esta experiencia, y de un prudencial tiempo de oración, escucha y discernimiento, comparte con los fieles las siguientes apreciaciones sobre este grupo:
- Se advierten signos positivos y a la vez significativos elementos que necesitan ser purificados para que resplandezca la obra de Dios;
- Hasta tanto no se avance en este proceso de purificación y cumplimiento de las indicaciones oportunamente dadas, prudencialmente se suspende cualquier actividad pastoral realizada en nombre de la Iglesia Católica por parte del grupo Soplo de Dios viviente;
- Es de exclusiva responsabilidad de la Sra. Leda Bergonzi y del grupo Soplo de Dios viviente las actividades y los espectáculos artísticos que ofrecen en distingos lugares, conjuntamente con sus organizadores, aún cuando se anuncie que se realizará imposición de manos, gesto que la Iglesia siempre reservó a los sacerdotes para la comunicación del Espíritu Santo.
- Asimismo, es de exclusiva responsabilidad de la Sra. Leda Bergonzi y del grupo Soplo de Dios viviente las declaraciones realizadas en los medios de comunicación social;
- Para que el grupo pueda vivir plenamente una necesaria dimensión eclesial, se le continuará ofreciendo el acompañamiento pastoral y espiritual necesario en forma personal, tanto a la Sra. Leda como al resto de los miembros (servidores, colaboradores y voluntarios);
- A los fieles que acuden a las reuniones del grupo, se les ofrece la predicación de la Palabra de Dios, la gracia sacramental y el acompañamiento sacerdotal en cada una de las parroquias y comunidades eclesiales de esta arquidiócesis de Rosario.