El obispo de Canarias, José Mazuelos, considera que el hecho de que el papa Francisco manifestara durante el vuelo de regreso de Singapur su deseo de viajar a Canarias “es un paso adelante”. El prelado aprecia que “ya no es solo un empeño del Gobierno de Canarias, del obispo de Tenerife y mío, sino que ya es un ejercicio de voluntad del Santo Padre”.
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Así lo expresa en una conversación con ‘Vida Nueva’, en la que lee entre líneas de las palabras del Papa que esa posible peregrinación al archipiélago, motivado por la actual crisis migratoria, podría desligarse de su viaje a Argentina “como se pensaba hasta ahora”.
En defensa de Francisco
“Los que ya han salido criticando al Papa por el posicionamiento de la Iglesia en la cuestión migratoria no tienen ni idea”, asevera el pastor, que sale en defensa del ‘acoger, proteger, promover e integrar’, ejes de Francisco en esta materia. “Si el Papa viene es para poner en el centro a la persona, al ser humano, a invitarnos a afrontar esta crisis desde el diálogo. Estoy seguro de que, como ha hecho hasta ahora, haría un llamamiento a la Iglesia, a los partidos, a las ong y a la ciudadanía para que nos sentemos en una mesa para dar soluciones”, remarca.
Mazuelos constató el pasado mes de enero, cuando viajó a Roma con el presidente canario, Fernando Clavijo, que el Papa “conoce perfectamente el drama humanitario de la llamada ruta atlántica”. “Compartimos con él el abandono que están sufriendo los menores, que para mí es uno de los grandes problemas”, recuerda.
Gestos cotidianos
En este sentido, el obispo destaca el trabajo que “mano a mano” viene haciendo la Iglesia con el Gobierno de Canarias, así como “también todos esos ciudadanos católicos anónimos que están teniendo gestos cotidianos para dar de comer a estos jóvenes, para darles cobijo, para darles un trabajo”. “Hay mucha gente que está dando el callo de forma callada”, remarca.
En cualquier caso, sostiene que “Canarias no puede más”. “El Gobierno de España no puede mirar para otro lado, tiene que implicarse. Es la hora de poner en marcha una política migratoria común, donde estén presentes todos los partidos”, expresa el prelado, que va más allá: “Vamos a dejarnos ya de ultraderecha y ultraizquierda y vamos a arreglar esta crisis entre todos. Si hay una conciencia clara de lo que es el bien común, todos podemos poner granitos de arena y tirar para adelante”.
Buscar soluciones
Sobre las posibles vías para abordar la actual presión migratoria, Mazuelos apinta que “ante un problema tan grande, no consiste en dar máscaras de gas, sino en intentar quitar el escape de gas”. “Hay múltiples soluciones y vías para ir solventando esta situación, pero no se están poniendo medidas”, denuncia, recordando la necesidad de una política migratoria común en Europa, así como actuar en los países de origen “para paliar la pobreza extrema y garantizar una estabilidad frente a las guerras, para que los ciudadanos no quieran salir”.
En relación al reparto de menores por comunidades autónomas, en tono coloquial Mazuelas apunta que “no se trata de imponer un reparto de migrantes como si fueran paquetes”. “Y menos aún, cogerlos y soltarlos por las ciudades cuando cumplen la mayoría de edad, sin ningún tipo de ayuda y de protección”, apostilla.
En cualquier caso, el obispo de Canarias recuerda que “Dios, en la Cruz, se hace uno con los migrantes. Cristo viene con ellos en la patera, se mete como uno más en el Océano y sufre con ellos hasta la muerte”. “Es ese Cristo quien nos llama a acoger, a no abandonar abandonarles, a dar soluciones”, concluye.
