Este lunes 23 de septiembre se celebra el Día Internacional contra la Explotación Sexual y Trata de Personas, y la Red Clamor de Argentina se une a esta conmemoración contra estos flagelos que azotan a la humanidad.
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Esta fecha fue instaurada en 1999 en la Conferencia de Bangladesh, en consonancia con la primera norma legal en el mundo contra la prostitución, la “Ley Palacios” promulgada en Argentina en 1913, que sanciona la trata, el proxenetismo y la explotación sexual.
La Red Clamor Argentina
La Red Clamor congrega a las organizaciones eclesiales dedicadas al trabajo pastoral para la concientización de este delito de explotación en cualquiera de sus formas.
Está conformada por las siguientes instituciones: Acción Católica Argentina, Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas, Equipo No a la Trata de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, Pastoral Guadalupe de Mendoza, Juntas en Camino (Parroquia Sagrada Eucaristía), Hermanas Esclavas Adoratrices del Smo. Sacramento y de la Caridad, Orden de la Merced, Hnas. Servicio Social Misionero, Hnas. Dominicas del Santísimo Nombre de Jesús, Hnas. Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, Red Kawsay, Red Infancia Robada, Arquidiócesis de Salta, Pastoral Social de Arquidiócesis de Mercedes Luján, Pastoral para la Prevención de la Trata de Orán, Pastoral de Migrantes de Arquidiócesis de Córdoba, Diócesis Avellaneda-Lanús y Río Gallegos y Merlo-Moreno, Pastoral de Turismo de Santiago del Estero, Congregación de las Hermanas Scalabrinianas, Misioneros de San Carlos Borromeo, y la Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes.
La situación en el país
La organización señaló que este año el papa Francisco pidió, en su mensaje para la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata, ayudarse recíprocamente para reaccionar, a abrir las vidas y los corazones hacia quienes son tratados como esclavos. “Nunca es demasiado tarde para decidirse a hacerlo”, refrendó.
En cuanto a la situación en el país, confirmaron que Argentina padece con dolor esta realidad, por la combinación de las necesidad de unos, y la malicia y el aprovechamiento de otros, donde cada persona es tomada como mercancía.
Además, este crudo panorama cuenta con la complejidad de procesos políticos, económicos y sociales que coadyuvan a la instalación de estas prácticas denigrantes de personas indefensas y vulneradas. Como esta realidad clama justicia, sostuvieron que se impone caminar juntos por la dignidad de cada persona, en diálogo abierto y compromiso común. El objetivo es construir una cultura del cuidado y de la prevención que se exprese en acciones pastorales concretas y practicables, para que todas las víctimas recuperen su vida digna y tengan horizontes de futuro.
La Red Clamor en el país afirmó, finalmente, que es necesaria la prevención por medio de la educación. Agregaron que la falta de una urgente reparación a quienes sobreviven a este delito y padecen el estigma en su cuerpo y en su espíritu, es real e indignante; una llaga de la explotación deshumanizante.
