Profesor universitario, responsable de Derechos Humanos de Justicia y Paz y vicepresidente de la Federación Española para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos

Imagine por un momento


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Imagine por un momento que una mañana de un día cualquiera recibe una llamada en su teléfono móvil en el que una voz grabada le comunica que debe abandonar su hogar porque van a bombardear el barrio donde usted vive. Imagine que esa voz dice hablar en nombre del gobierno de un poderoso país vecino.



Imagine que pregunta a sus vecinos, a sus vecinas de piso y al hacerlo ve en su cara la ansiedad, el estrés, el terror, el agobio… porque han recibido la misma llamada.

La llamada

Mira a su teléfono móvil con sensación de incredulidad y se pregunta: ¿por qué tienen mi número? Y empieza a ver de modo diferente ese teléfono, esa proyección de usted misma en el que guarda fotografías de sus seres queridos, documentos e incluso su carnet de identidad, su tarjeta de crédito o su permiso de conducir…

Como un acto reflejo, usted mira el calendario: ese día en el que usted ha recibido la llamada tenía prevista una reunión en la oficina, su pareja iba a ir a una revisión con el dentista. Sus hijos tenían actividades extraescolares por la tarde y luego el cumpleaños de un amiguito. Usted se da cuenta que todo eso ya no va a suceder porque alguien, a muchos kilómetros de donde usted vive, ha decidido bombardear su barrio. Porque alguien ha decidido que su único plan para hoy va a ser que se dedique a empaquetar apresuradamente sus cosas y salir de casa. Porque usted no sabe cuándo empezarán a caer las bombas.

Desplazados en Beirut por los ataques de Israel

Desplazados en Beirut por los ataques de Israel

Cierra la puerta de su casa con la sensación de no saber si va a volver a verla el día siguiente, pero antes da una última vuelta por todas las estancias: en las paredes de los dormitorios de los hijos suenan los cuentos que les ayudaban a dormir por la noche. En la mesa del salón el recuerdo de tantas celebraciones familiares, de tantos abrazos, besos y lágrimas. En la cocina, los olores y sabores de de tanta comida preparada con mimo. En el dormitorio principal el recuerdo de tantas noches de amor y confidencias.

Beirut, Septiembre de 2024