Las monjas
Ahora que el papa Francisco ha anunciado un nuevo consistorio para la creación de cardenales, vemos que no solo crece el número de estas ‘eminencias’ sino que parecen proliferar, de vez en cuando, obispos autoproclamados. Si bien el fenómeno no es nada nuevo, en el panorama informativo religioso español el cisma de Belorado nos ha puesto en la diana algunos personajes. Unos movimientos que parecen llevarnos a experiencia del pasado con ingredientes que lo mismo te mezclan un Lefebvre con un papa Clemente del Palmar de Troya.
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Por esta web han pasado las andanzas, primero de Pablo de Rojas Sánchez-Franco que fue excomulgado por Mario Iceta en 2019 tras crear una Iglesia paralela; y, más recientemente, el brasileño Raphael Cloquell que envió al convento como ‘capellán’ de las religiosas excomulgadas al sacerdote (expulsado) argentino Rodrigo Ribeiro da Silva. Los medios han analizado de lo más insólito de sus biografías a sus derivas teológicas más preocupantes. Todos ellos han empleado el tradicionalismo litúrgico y moral como tapadera, seguramente, de otros fines nada bienintencionados propios de los movimientos sectarios.
El falso sacerdote José Ceacero ante el monasterio de las clarisas de Belorado
El exorcista
Estos falsos no son los únicos. Hace unos días, ‘Crux’ se hacía eco del caso de otro obispo ‘fake’, el italiano Salvatore Micalef, nacido en 1974, y que se presenta como obispo y primado de una prelatura católica internacional de los Santos Pedro y Pablo. En su biografía lo encontramos conectado con otro famoso obispo rodeado de polémica y es que Micalef fue ordenado como sacerdote por el excomulgado arzobispo zambiano Emmanuel Milingo en 2009 –gran curandero, exorcista y promotor de los curas casados–.
El rechazo a Micalef ha quedado patente en sus actuaciones en la diócesis de Leiria-Fátima, en Portugal, donde llegó a organizar unos peculiares retiros llamados de “Curación y Liberación” en el entorno del famoso santuario. En junio de 2023 la diócesis investigó al personaje y denunció públicamente y ante el Vaticano la situación de que Micalef “fue ordenado sacerdote y obispo sin mandato del Santo Padre” y que, por tanto, “no está en comunión con la Santa Sede”. A ello, Micalef respondió difundiendo fotos en las que aparece en actos generales saludando al vuelo al papa Francisco –una de ellas en un ascensor– como si tuviera todas las bendiciones para su prelatura fake.
Y es que la ordenación episcopal la recibió de manos de dos seguidores de Milingo, los estadounidenses William Manseau y Peter Paul Brennan –dos de los cuatro obispos ordenados sin autorización papal que le valieron la excomunión en 2009–. El Vicariato de Roma también ha tenido que advertir, el pasado 4 de septiembre, sobre Micalef, de quien señala que el “autodenominado patriarca y obispo de la Prelatura Católica de SS. Pedro y Pablo, no está en comunión con la Iglesia Católica y no posee las facultades ministeriales necesarias para administrar los sacramentos”.
Hay quien piensa que el Jubileo puede ser como un toque a rebato para atraer a los obispos y sacerdotes ‘fake’ de todo el mundo para pescar entre los peregrinos sensibles a sus doctrinas. Una interesante llamada de atención.
