Hakuna desembarca en Corea del Sur: objetivo JMJ 2027

“Unos jóvenes coreanos que compartían la música y el método, nos invitaron a ir en 2022 porque querían conocer más, y en diciembre de ese año fuimos unos treinta voluntarios”, relata Gonzalo Echanove, que ha compartido un año de experiencia misionera en el país asiático

Gonzalo Echanove, joven de Hakuna

Hakuna, la realidad eclesial iniciada por el sacerdote José Pedro Manglano, ya está presente en una veintena de países. Y sumando hacia periferias geográficas tales como Corea del Sur, donde se rompen las barreras culturas. “Unos jóvenes coreanos que compartían la música y el método, nos invitaron a ir en 2022 porque querían conocer más, y en diciembre de ese año fuimos unos treinta voluntarios”, relata Gonzalo Echanove, ingeniero de telecomunicaciones de 37 años, que ha sido uno de los participantes en la rueda de prensa del Domund 2024 organizada por Obras Misionales Pontificias.



Este madrileño recuerda de aquella experiencia cómo “pudimos rezar juntos, celebrar nuestras horas santas y nuestras misas diarias, nos llevó a vivir algo más que la propia forma”.  Aquel primer contacto con los jóvenes surcoreanos le dejó tan impactado que meses después decidió dar un paso al frente. “Dejé mi trabajo y las demás cosas y me fui”, relata sobre su particular misionera de un año. “Lo que he vivido es bastante increíble, que va más allá de lo que puedo explicar: no he ido a hacer nada concreto, sino a ser, a formar parte de una familia, la gran familia de la Iglesia”.

Iglesia automisionada

Este tiempo ha ratificado la conciencia de universalidad y catolicidad: “La alegría de seguir a Cristo es misionera, es aquel que se deja amar con Cristo y le deja ser luz a través de Él, es una experiencia de amor puro”. El acompañamiento de Gonzalo a esta incipiente comunidad de Hakuna pone las bases de la presencia del movimiento en Seúl, sede de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en 2027.

A la par, ha aprendido de los cristianos surcoreanos la fortaleza de su fe, en tanto que “es la única Iglesia del planeta automisionada, ellos fueron capaces de acercarse e Cristo, salir del país para formarse y regresar para compartir lo que habían aprendido”. Entre los fenómenos que más le han impactado de Corea del Sur, se encuentra la soledad que se experimenta en un país a la vanguardia de la tecnología y la educación. Lo constató en contacto con los ‘sintecho’: “Recuerdo que una de estas personas me dijo que mucha gente piensa que lo que necesitan son mantas y lo que verdaderamente necesitan es que les quieran como lo estábamos haciendo nosotros”.

Gonzalo Echanove, joven de Hakuna, durante su experiencia en Corea del Sur

Gonzalo Echanove, joven de Hakuna, durante su experiencia en Corea del Sur

Preguntado por el itinerario de formación misionera que ha llevado a cabo antes de emprender su viaje a Asia, Echanove, defendió que “lo más importante es que vamos a ser y no a hacer”. Así, remarcó que lo fundamental ha sido “mi propia formación a través de profundizar mi relación con Dios y conocer la cultura del lugar al que voy, además de la formación de la parroquia y de la Hakuna, con charlas enfocadas a la teología y antropología, textos del catecismos y contenidos científicos propios de Hakuna”.

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