El cuerpo del ex obispo Heinrich Maria Janssen (1907-1988) no será retirado de la cripta episcopal de la catedral de Hildesheim, una petición que habían hecho a la diócesis víctimas de abusos por parte del prelado. En cambio, la cripta no estará abierta al público ni servirá como lugar de enterramiento para obispos en el futuro, tal como anunciaba ayer la diócesis de Hildesheim.
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“Por un lado, se debe preservar la tranquilidad de los obispos enterrados en la cripta”, ha explicado, según recoge Katholisch, la diócesis. “Por otro lado, un nuevo entierro podría entenderse como un juicio sobre los muertos. Esto debería evitarse”, han añadido.
Janssen fue obispo de Hildesheim de 1957 a 1982. Una investigación científica mostró en 2021 que hubo graves agravios al abordar la violencia sexual y el abuso de poder en la diócesis durante su mandato. Además, cinco de los afectados acusan al obispo de haber cometido violencia sexual contra ellos.
Una decisión “vergonzosa”
Algunos de los afectados por los abusos llevaban mucho tiempo pidiendo que se retirara el cuerpo de Janssen de la cripta. Además de Janssen, en la cripta están enterrados los obispos Joseph Godehard Machens (1886-1956) y Josef Homeyer (1983-2004).
“La decisión de la dirección de la diócesis y del cabildo catedralicio de dejar al obispo Janssen en la cripta es vergonzosa”, han afirmado las víctimas. Ahora, un “obispo perpetrador”, cuyas víctimas conocidas anteriormente todavía estaban vivas, continúa descansando entre los creyentes que se reúnen en la catedral. “Aquí se está perdiendo una oportunidad importante para el arrepentimiento activo”, han añadido.