Francisco ha expulsado en un margen de apenas 48 horas a cinco miembros clave del Sodalicio de Vida Cristiana, el movimiento fundado en 1971 en Perú y que hoy cuenta con presencia en cerca de 25 países. Esta decisión del Papa se enmarca en la investigación abierta que ha corroborado la corrupción y los abusos sexuales, de poder y de conciencia a lo largo de estas décadas en el seno de esta realidad eclesial. La gravedad de los hechos sería tal que el propio cardenal arzobispo de Lima, Carlos Castillo, ya ha sugerido que “como experimento fallido, el Sodalicio debe ser suprimido por la Iglesia”.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
El pasado martes trascendía que el pontífice argentino expulsaba de esta plataforma a José Andrés Ambrozic, exasistente de Temporalidades, Comunicaciones y Apostolado y exvicario general, Ricardo Adolfo Trenemann y Luis Antonio Ferroggiaro. Según recoge en un comunicado de prensa la Nunciatura Apostólica en Perú, “para adoptar tal decisión se ha considerado el escándalo por el número y la gravedad de los abusos denunciados por las víctimas, particularmente contrarios a la vivencia equilibrada y liberadora de los consejos evangélicos en el contexto del apostolado eclesial”.
Misión especial
La sanción se habría adoptado después de que Francisco estudiara las defensas correspondientes y analizar los expedientes elaborados por el arzobispo de Malta y secretario adjunto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Charles Scicluna, y el oficial de dicho dicasterio, Jordi Bertomeu, durante la “misión especial” que realizaron a pie de obra en Perú. Scicluna y Bertomeu habrían corroborado “casos de abusos de cargo y autoridad, particularmente en su forma de abuso en la administración de bienes eclesiásticos, así como abusos sexuales incluso de menores”.
En el comunicado, los obispos de Perú aseguran estar “entristecidos por lo ocurrido” y urgen a “a esta sociedad de vida apostólica que, sin más dilación, inicie un camino de justicia y reparación”. Tan solo un día después se daba a conocer que el Papa decretaba la expulsión del ex asistente de espiritualidad, Jaime Manuel Baertl y del ex asistente de temporalidades, Juan Carlos Len.
“Para adoptar tal decisión se ha considerado la gravedad del abuso sexual cometido por uno de los acusados, así como la responsabilidad personal de estos dos consagrados en numerosas irregularidades e ilícitos cometidos por empresas vinculadas al Sodalicio de Vida Cristiana”, se lee en el comunicado elaborado por la Conferencia Episcopal Peruana. En ese mismo texto se desvela que algunas de las operaciones financieras auspiciadas por Baertl y Len en el Sodalicio “constituyen acciones pecaminosas que traicionan el Evangelio” hasta tal punto de considerarse “ilícitos canónicos intolerables”. A estas cinco expulsiones, se suman otras once realizadas entre agosto y septiembre, incluyendo al propio fundador del Sodalicio, Luis Figari, así como al arzobispo emérito de Piura, José Antonio Eguren.