No hubiera sido necesaria la concesión del prestigioso premio Princesa de Asturias de las Artes 2024 (uno de los más importantes reconocimientos culturales de Europa), para que Joan Manuel Serrat gozara ya del cariño de millones de personas en España y en Latinoamérica y del reconocimiento “casi unánime” de la crítica especializada, de los compañeros de profesión y de varias generaciones de personas que hemos crecido con sus canciones. En cualquier concierto de Serrat es fácil que nos encontremos abuelos, padres e hijos… Y si no tuviera 80 años, esa cadena continuaría hacia los nietos y los biznietos…
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
No hubiera sido necesario este premio, pero ¡qué merecido es! Y cuánto nos hemos alegrado muchos, aunque no todos, porque -como él dice- “…que haya gente que arruga la nariz, eso pasa siempre…”. Serrat se une a una lista muy selecta de artistas que lo han recogido previamente como Paco de Lucía (+), Carmen Linares… y también -en 2007- Bob Dylan.
Un lujo verdadero
Serrat -como ya he dicho- es uno de los cantautores más populosos y valorados por varias generaciones. No solo él. Comparte ese “pódium” con otros grandes como mi querido Luis Eduardo Aute (+), el asturiano Víctor Manuel; también Joaquín Sabina, Miguel Ríos, Arturo Cabrales (Fito) y Manolo García, entre otros.
Entre las mujeres cantautoras a mí me gustan mucho Marina Rosell, Luz Casal, y también Amaral y Rozalén, pero a éstas aún no les ha dado tiempo a considerarse como “clásicas”, porque todavía son muy jóvenes, pero ¡lo serán!, como lo es Cecilia (+) a pesar de haber muerto tan joven. Todos estos autores y autoras (y por supuesto muchos y muchas más) con distintos estilos y registros, han llegado al corazón de las multitudes con su arte. Pero quizá, y eso irá en gustos, nadie como Serrat, que en palabras de Sabina en su canción “mi primo en Nano”, es “un lujo para el alma y el oído”.
De puño y letra
Y es que -como ya anunciaba el título de un disco homenaje que le tributaron un buen puñado de colegas en 2005- “Serrat, eres único”. Es verdad. Pocos como Serrat han logrado tal nivel de identificación con sus letras y sus temas (ya sean canciones de amor o canciones de crítica social; canciones compuestas de su puño y letra o canciones con las letras de grandes poetas como Federico García Lorca, Miguel Hernández, Mario Benedetti…, canciones en castellano o en catalán…). Serrat ha divertido a la gente. Pero no sólo eso. También -con sus canciones (música y letra)- ha formado conciencias (por ejemplo, ha sido uno de los primeros en gritar la urgente necesidad de cuidar el planeta), la ha emocionado, la ha conmovido, la ha enamorado, la ha comprometido… Y siempre con estilo, con equilibrio, sin perder las maneras y las formas. Elegante, respetuoso, reflexivo…
Entre su más de 300 canciones, repartidas en más de 30 discos (aparte los discos en directo, los recopilatorios, los discos enteros o en parte con otros autores), es casi imposible (y hasta injusto) hacer cualquier intento recopilatorio: ¡siempre te dejarías fuera de la lista un puñado enorme de canciones espectaculares! Por eso el Premio Princesa de Asturias no le reconoce por tal o cual disco; por esta canción o por la otra, sino “por el alcance de una trayectoria artística que trasciende la música y se hace referente cívico, sumando a las letras de sus canciones la fuerza del himno colectivo con voluntad universal”. Permítanme que me decante -para ponerle canción con letra y música al motivo de su reconocimiento- por la canción ‘Mediterráneo’.
Homenaje a sus raíces
Esta canción ha sido reconocida como la mejor canción en español de todos los tiempos, por varios jurados o consultas abiertas, como por ejemplo en RTVE en el año 2004, y la prestigiosa y especializada revista Rolling Stone (en su versión en español), en el año 2006. Ciertamente como muchas otras canciones suyas es un himno colectivo con mucha fuerza, una canción universal, un homenaje a sus raíces y -años después y con perspectiva- un reclamo ambiental y social: «El Mediterráneo, aunque a vista de pájaro sea fantástico y maravilloso, es un mar con serios problemas. De contaminación y humanos. Eso acompaña ahora los conciertos. No puedo pretender pasar de largo esta materia”. Claramente Serrat es un referente ético, un cantante que no sólo narra el paisaje interior de sus sentimientos y de sus recuerdos, sino que también deja constancia de los gritos y gemidos de la creación entera, que gime con dolores del parto” (Cfr Rm 8,22-27).
Oigan a Serrat si hace mucho que no lo hacen y descúbranlo si no lo conocen. Asómense a su espléndida obra, déjense admirar por las metáforas, las alegorías, los personajes que aparecen, las historia que cuenta, las poesías de gigantes a las que pone música… Asómbrense por la calidad y la calidez de un artista humilde, un maestro honesto y un humanista arraigado en su tierra y en su tiempo que permanecerá en la conciencia colectiva por muchas generaciones.