En esta ocasión, son 4 las obras recencionadas: San Francisco de Asís. Exilio y Ternura (Éloi Leclerc), El camino espiritual de Francisco de Asís (Carlos Díaz), Francisco de Asís y la ética global (Martín Carbajo) y Francisco de Asís y la ecología (José Antonio Merino). La recensión es de Óscar Alonso Peno.
(Óscar Alonso Peno) En estos cuatro títulos se presenta a un Francisco cuya desnudez viste, cuya desapropiación enriquece, cuya paz interior reconcilia exteriormente, cuyo abrazo a la diversidad sustituye a las cruzadas, para quien el don de los hermanos se hace fraternidad, cuya hospitalidad incondicional se vive desde la minoridad, cuya ecología es un horizonte abierto y para quien la naturaleza es lenguaje y el canto Gracia, agradecimiento y gratitud. En este mundo nuestro en el que, según los analistas, aumentan los indolentes y desesperanzados, la figura de Francisco de Asís se hace siempre necesaria, siempre oportuna.
Francisco de Asís, esencial como pocos en el imaginario colectivo de tantos y a través de los siglos, es el protagonista que nos presentan, desde cuatro perspectivas y estilos diferentes y complementarios, los libros San Francisco de Asís. Exilio y Ternura (Éloi Leclerc), El camino espiritual de Francisco de Asís (Carlos Díaz), Francisco de Asís y la ética global (Martín Carbajo) y Francisco de Asís y la ecología (José Antonio Merino), estos dos últimos pertenecientes a la colección Francisco de Asís, hoy, que la editorial PPC comenzó a publicar el pasado año. Cuatro títulos en torno a este personaje de la historia de la Iglesia, patrimonio de la humanidad, cuya experiencia de Dios, de los hermanos y de la Creación entera es tan necesaria como urgente recuperar hoy.
Éloi Leclerc, religioso franciscano, presenta San Francisco de Asís. Exilio y ternura, en una nueva edición revisada. La actitud de Francisco, desinteresada, desapropiada de toda imposición y expuesta al encuentro que hace hermanos, atraviesa este libro. Su autor afirma que el universo de Francisco, en un mundo violento, erizado de muros y excavado con fosos, carecía de torreones y murallas… su horizonte no era la cristiandad con sus fronteras que defender, sino Jesucristo, a quien amar y el ser humano a quien salvar. Con el mismo estilo y género literario que en su obra Sabiduría de un pobre, sin pretender escribir una biografía ni un tratado de vida espiritual del santo de Asís, Leclerc quiere evocar la nueva presencia en el mundo que Francisco inaugura y que lo hace tan próximo a nosotros. Según él mismo, éste es un libro de contemplación. Sus páginas, de cómoda y empática lectura, son una mezcla de poesía, filosofía y religión.
Esta obra presenta a un Francisco vivaz y agradable, atraído por la vida, por la belleza y la simplicidad de sus formas, y también de su misterio. Un Francisco que, en pleno conflicto, logra tender un puente entre Occidente y Oriente y un Éloi Leclerc que sobrepasa el relato de los acontecimientos para revelar la fuerza del evangelio en la vida de un ser humano y en los conflictos del mundo.
El filósofo Carlos Díaz se acerca una vez más al universo franciscano con la obra El camino espiritual de Francisco de Asís. Para él, Francisco era cósmicamente geocéntrico, existencialmente antropocéntrico y teológicamente cristocéntrico. En las páginas de esta obra se dibuja un Francisco para el que la realidad formaba un perfecto círculo de círculos concéntricos, los cuales tenían su sentido en Dios, Todo Bien, Sumo Bien. Un Francisco de Asís reconciliado con la vida y con la muerte desde la esperanza teologal, pacífico, tan pacificador como revolucionario. Un Francisco que, inspirado en el evangelio de Jesús de Nazaret, instauró un estilo y una forma de vida, enmarcada en la sociedad de su tiempo, que se convirtió en fermento revolucionario y que fue la mejor denuncia que pudo hacerse, todo ello basado en una “revolución interior” fruto de ese encuentro personal, continuo y agradecido con la Palabra y con el Dios de la Vida presente en todas las criaturas. Nos muestra un Francisco cuya vida era -según Buenaventura– una continua celebración porque Dios era su fiesta.
Martín Carbajo, franciscano y doctor en Teología Moral, presenta la obra Francisco de Asís y la ética global. ¿Cómo conseguir un mundo más solidario y fraterno, sin excluidos? ¿Cómo hacer del planeta un lugar habitable, acogedor, también para las generaciones futuras? Éstas son las dos cuestiones que están detrás de la reflexión que este autor ofrece. A la urgencia de una ética global de la hospitalidad se propone a Francisco como signo profético, en camino hacia una hospitalidad incondicional en un mundo repleto de inhospitalidades de todo tipo y en todos los ámbitos. Si la crisis medioambiental demanda una nueva ética global, la presencia dialogante de Francisco y su apertura al Otro, a los otros y a la naturaleza son una base segura para construir un futuro de esperanza y una convivencia pacífica, respetuosa y enriquecedora entre civilizaciones, religiones y culturas.
José Antonio Merino, coordinador de la colección Francisco de Asís, hoy, estudioso incansable del universo franciscano, es el autor de Francisco de Asís y la ecología. Sabedor de que el franciscanismo no propone técnicas, ni soluciones políticas ante la cuestión ecológica, subraya cuál es la aportación franciscana a esta cuestión. Francisco propone algo previo y más fundamental: crear una nueva conciencia de responsabilidad, solidaridad y custodia onerosa. Ante el difundido espíritu de dominio técnico-pragmático, que considera las cosas como mero instrumento y que lleva a una conducta renegadora del respeto y dignidad que corresponde al medio ambiente e incluso a su destrucción, el espíritu religioso de Francisco frente al ‘Altísimo’ y su empatía universal con las criaturas, que libera de tal frivolidad y supera el espíritu de dominio.
Francisco de Asís mira la vida con ojos de agradecimiento y admiración. Ante el espectáculo grandioso de la naturaleza, quedó fascinado y lleno de estupor. Fascinación y estupor transformados en lenguaje, en canto y en una forma lúdica de vivir, compartir y celebrar. Las páginas de este libro nos ofrecen la oportunidad de sumergirnos en el Cántico de las Criaturas, un cántico que hermana y una de las joyas de la poesía occidental y de la mística de la naturaleza. En Francisco -afirma el autor- se observa un humanismo naturalista profundamente cristiano en el que logra sincronizar el naturalismo pagano con el misticismo evangélico… y he ahí su genialidad. Un libro para acercarse a la simpatía cósmica de Francisco.
En el nº 2.631 de Vida Nueva.