Una novela de Jesús Sánchez Adalid (Ediciones B, 2008) que es recensionada por Diego Tenorio.
El caballero de Alcántara
Autor: Jesús Sánchez Adalid
Editorial: Ediciones B
Lugar: Barcelona
Páginas: 455
(Diego Tenorio) Una nueva entrega de Jesús Sánchez Adalidnos llega en el corazón del otoño, tiempo de novedades. Lo hace en Ediciones B, su casa editorial de la que no se había marchado. Planeta publicó su Alma de la ciudad por haber sido galardonada por el sello editorial de Lara. Vuelve a recrear una época, una problemática, un mundo variado y trae de nuevo a Luis María Monroy de Villalobos, su personaje bien conocido que es el protagonista de El caballero de Alcántara, la nueva incursión en el terreno de la novela histórica en la que el escritor pacense es ya autoridad reconocida. A Sánchez Adalid hay algo de lo que no se le puede acusar cuando escribe novela histórica. Y es de desconocer el terreno que pisa. Abundante documentación y un singular modo de traer las lecciones viejas a la actualidad. “He aprendido muchas cosas entre vosotros. Yo no soy el mismo hombre que vino a espiar en primavera”. Son palabras del protagonista de la nueva novela. De nuevo el entramado de una época importante en la historia de España, cuando Felipe II asume el poder, los turcos y Occidente están enfrentados en una guerra fría que se palpa y cuando el Mediterráneo sigue siendo ese lugar mítico de idas y venidas e itinerarios cargados de significado. Minorías, persecuciones, atrocidades del poder y una amalgama de experiencias bien recogidas con fina intuición psicológica y descripciones de ciudades como Estambul y Venecia. Es la vuelta a casa de este nuevo Ulises que ha aprendido en el viaje, que ha gustado de una nueva cultura, de nuevos paisajes, de nuevas experiencias, como es el caso de los judíos de Sefarad que guardan aún llaves de sus casas de Córdoba o Toledo. Vuelve Monroy con el alma enamorada. Fue a espiar y ha sido tocado por una profunda experiencia. Vuelve a España, se hace caballero de la Orden de Alcántara en el convento cacereño de San Benito y entra en una dinámica, la de las Órdenes Militares ya en ocaso en ese siglo, pero que le sirve al autor para penetrar en su papel en la historia de España y de la Iglesia. Un tapiz con matices históricos. Una novela con significados poliédricos.
En el nº 2.631 de Vida Nueva.