Miguel Lago es un cómico, colaborador de diversos programas como ‘Y ahora Sonsoles’ (Antena 3) y actor a quien podemos ver en el Teatro Alcázar con su espectáculo ‘Comedy Club’. Ahora se adentra en el mundo literario con su primera novela policíaca, ‘Persiguiendo a Bécquer’ (Espasa), una historia con amor, acción… y mucho humor.
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PREGUNTA.- En su novela se persigue la muerte (literal) de un cómico…
RESPUESTA.- Hay que adentrarse en las páginas para entender qué puede llevar a alguien a querer quitarle la vida a una persona que se dedica a entretener y hacer reír a los demás.
Arte transgresor
P.- ¿Se os intenta cancelar?
R.- Eso siempre, pero en todas las disciplinas artísticas. El arte debe ser transgresor, y los cómicos tenemos que señalar al “rey desnudo”… aunque hay sitios donde no gusta. De manera simbólica, a muchos les encantaría que a los cómicos les cayera un letrero encima.
Un hombre bueno
P.- El protagonista de su novela se esfuerza por ser un hombre bueno. ¿En qué consiste esto?
R.- Lo primero es no hacer daño, al menos no intencionadamente. Segundo, la empatía, ponerte en el lugar del otro. Y, en tercer lugar, respetar hasta las ideas con las que no estás de acuerdo. Esos son los pilares de un hombre bueno, y es lo que quiero enseñarles a mis hijos. (…)
P.- ¿Le ha demandado alguien?
R.- Me han demandado los antivacunas, Luis Rubiales, y también he recibido reclamaciones en la Comunidad de Madrid. Hay gente que se enfada, pero las he ganado todas.
Un padre presente
P.- Habla mucho de sus hijos, tiene cuatro. ¿Cómo es Miguel Lago como padre?
R.- Soy tranquilo, divertido, cariñoso, activo… pero también estricto, no te voy a mentir. No hago los deberes con ellos porque no estoy en casa, y mi mujer, que es profesora, se encarga mejor que yo. Cuando llego, los deberes ya están hechos y puedo centrarme en otras cosas. Pero, sobre todo, soy un padre presente, que es lo que más quieren.
Creyente respetuoso
P.- ¿Se considera religioso?
R.- Soy creyente.
P.- ¿Se atrevería a hacer chistes sobre el Papa?
R.- No me cae nada mal, a Francisco le encuentro muy atento al mundo. Y no hago chistes sobre la fe, la Iglesia ni el Papa porque están muy vistos.