El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, da un paso al frente para salir al rescate de los más vulnerables de la isla en caso de que la emergencia habitacional se vuelva “muy grave”. A modo de propuesta todavía sin definir, el prelado no ha dudado en ofrecer inmuebles eclesiales, incluido algún templo en desuso ubicado en los bajos de un edificio para “hacer viviendas dentro”.
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Taltavull compartió esta idea en el acto de sensibilización celebrado por la Iglesia en la Plaza Mayor de Palma. “Nosotros no deberíamos hacer falta, porque todo el mundo merece un espacio digno para vivir, es un derecho humano”, reivindicó el pastor. “A diario viene gente que pregunta por un techo y les tenemos que rechazar porque no tenemos más espacio”, expuso Teresa Riera, responsable de ‘Persones sense llar’, la red eclesial que aglutina a Cáritas Mallorca, la Sapiéncia y Sojorn. Solo en 2023, los servicios de acogida de la Iglesia atendieron a 815 personas sin hogar.
La incertidumbre
Las tres entidades denunciaron a través de un manifiesto que “la crisis de la vivienda y la gentrificación nos obliga a vivir en la incertidumbre”, que se traduce en alquileres insostenibles, falta de vivienda pública y de protección social. En esta misma línea, alertaron de que “se incrementa de forma alarmante la vulnerabilidad de las personas y familias que no pueden acceder al derecho de una vivienda digna y adecuada, y que les obliga a afrontar cada día obstáculos como la falta de intimidad, de seguridad, de una alimentación adecuada, de problemas de salud física y emocional, muchas dificultades con los trámites con la administración pública como el empadronamiento, o no poder acceder a un trabajo”.
Durante el acto, el obispo también lamentó la estigmatización que en algunos sectores de la población y del ámbito político a los menores migrantes que habría impedido la apertura de un centro de acogida con espacios cedidos por la Iglesia. “Esto es peligroso, porque quiere decir que nuestra comunidad es insolidaria, tenemos que cambiar de actitud”, expuso. De la misma manera, criticó que “rechazar a los menores que vienen en pateras es un gran problema, lo que tenemos que hacer es acogerlos”.