Tras la publicación de un informe que cuestiona su gestión de un caso de violencia sexual contra menores, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, anunció su dimisión el pasado martes 12 de noviembre. Una vez hecha efectiva su dimisión, se nombrará a un nuevo “primado de toda Inglaterra”, siguiendo un proceso específico.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Es el ‘primus inter pares’, el “primero entre iguales” en la Comunión Anglicana. El arzobispo de Canterbury es la figura religiosa más importante de la Iglesia de Inglaterra. Nombrado para el cargo en 2013, Justin Welby anunció su dimisión el martes 12 de noviembre. Unos días antes, la publicación de un informe había puesto en entredicho su gestión de un caso de violencia sexual contra menores. Hasta que su dimisión sea efectiva, Justin Welby seguirá ocupando su cátedra. Su puesto quedará entonces vacante hasta que se nombre al próximo “primado de toda Inglaterra”.
¿Cómo se nombra al arzobispo de Canterbury?
Para ser arzobispo de Canterbury hay que “tener la constitución de un buey y la piel de un rinoceronte”, aseguró el predecesor de Justin Welby, Rowan Williams. Incluso sin estas “cualidades”, cualquier obispo del país puede convertirse en primado de Inglaterra.
Durante mucho tiempo, los monarcas nombraron unilateralmente a este arzobispo. En la actualidad, su nombramiento es propuesto por la Comisión de Nombramientos de la Corona, un órgano de la Iglesia de Inglaterra compuesto por 16 miembros, la mayoría clérigos. A continuación, la propuesta se somete al Primer Ministro, que la aprueba, y luego recibe la aprobación final del Soberano, que es el “gobernador supremo” de la Iglesia de Inglaterra. El candidato elegido es libre de aceptar o rechazar el nombramiento.
Una particularidad de la religión anglicana es que el arzobispo, como todos los sacerdotes de la Iglesia, puede estar casado y tener familia. También puede ser mujer, ya que las mujeres pueden ordenarse desde 1992. Según la ley inglesa, el arzobispo debe dimitir a los 70 años, a menos que el monarca desee lo contrario y pueda mantenerlo en su puesto un año más.
¿Cuál es el origen de esta “sede de San Agustín”?
Creado por san Agustín tras su llegada a Gran Bretaña a finales del siglo VI, el arzobispado de Canterbury es el más antiguo de Inglaterra. Su creación marcó la llegada de la fe cristiana al sur de Inglaterra, entonces dominado por los paganos anglosajones.
Muchos personajes históricos han ocupado esta “sede de san Agustín”, siendo uno de los más famosos Tomás Becket, amigo y canciller de Enrique II Plantagenet. El 29 de diciembre de 1170, en la catedral de Canterbury, Becket fue asesinado por cuatro caballeros del séquito del rey. Este asesinato puso fin a un apasionado conflicto entre la Corona y la Iglesia sobre el poder de ésta para defender a la Corona.
Este arzobispo es también metropolitano de la provincia de Canterbury, lo que significa que tiene autoridad metropolitana sobre todos los obispos y el clero de las 30 diócesis del sur de Inglaterra, supervisando su ministerio y misión. También se le considera uno de los cuatro “instrumentos de unidad” de la Comunión Anglicana, al organizar desde 1867 una reunión más o menos decenal de todos los obispos anglicanos del mundo, las Conferencias de Lambeth.
Como el anglicanismo es una religión de Estado, este primado desempeña un papel activo en la vida política del Reino. Junto con el arzobispo de York y otros 24 obispos, se sienta en la Cámara de los Lores y contribuye a la labor del Parlamento. Estos “Lores espirituales” –así llamados en contraste con los “Lores temporales”, que son nombrados de por vida o se sientan en virtud de un derecho hereditario– tienen los mismos derechos de voto y enmienda que los demás miembros de la Cámara. Sin embargo, no están afiliados a ningún partido político y, por tanto, no tienen que observar ninguna disciplina de voto.
Justin Welby destacó en la Cámara de los Lores por su oposición al proyecto de ley del gobierno conservador de Rishi Sunak para deportar a Ruanda a los solicitantes de asilo.
*Artículo original publicado en La Croix, ‘partner’ en francés de Vida Nueva