En la Asamblea, cuyas sesiones se celebraron en la Casa de Retiros ‘Clemente Maurer’ de la ciudad de Cochabamba, los prelados bolivianos pidieron la vuelta “a la compasión y la solidaridad” como reacción a las luchas que sufre esta nación, derivadas de los conflictos entre los partidarios del presidente Luis Arce y los del expresidente Evo Morales.
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En su mensaje al Pueblo de Dios, indicaron que “no se puede construir una patria sobre la mentira, la violencia, el odio y la muerte. Dios nos conduce a la libertad cuando el pueblo es fiel, viviendo en la fe, la esperanza, la verdad y la solidaridad”.
Entre otros temas, la entidad preparó el Año Jubilar y la celebración del bicentenario de la independencia de Bolivia. Representa “un momento propicio para que la Iglesia mire al futuro con esperanza”, informó la institución.
Renovación del compromiso
A juicio de los obispos, el sacrificio de los héroes que construyeron el país en solidaridad y fraternidad se refleja en “los bolivianos que trabajan, en las familias, en los niños y jóvenes, en nuestras madres y abuelas, en nuestros padres y muchas personas de buena voluntad que con corazón generoso construyen Bolivia”. Consideraron que el ‘Año del Jubileo del Redentor’ da la oportunidad para renovar el compromiso de los cristianos en transformar la realidad.
Con motivo del centenario de las diócesis de Potosí, Tarija y Oruro, los obispos felicitaron a estas comunidades por su fidelidad y dedicación a la misión evangelizadora, y les auguran bendiciones en su camino de servicio al pueblo de Dios.
Por otra parte, los obispos eligieron de nuevo a Aurelio Pesoa Ribera, obispo del Vicariato Apostólico del Beni, como presidente. Por su parte, Percy Galván, arzobispo de La Paz, y Giovani Arana, obispo de El Alto, fueron seleccionados como vicepresidente y secretario general, respectivamente.
