Este proyecto, impulsado por la Alianza Famvin con las Personas sin Hogar (FHA) está, según la institución, en línea con la Jornada Mundial de los Pobres y el próximo Jubileo de la Iglesia. Se puso en marcha en 2018 y fijó como objetivo atender a más de 10.000 personas en esta situación en 70 países.
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Su objetivo es movilizar a las comunidades de todo el mundo para ofrecer soluciones sostenibles de vivienda y autosuficiencia para este colectivo, empezando por trece países, hasta noviembre de 2025.
Ahora, el pontífice dará trazabilidad al proyecto mediante la bendición de trece llaves simbólicas, esculpidas por el artista Timothy Schmaltz, que representarán esas trece naciones. A saber, Siria, Australia, Brasil, Camboya, República Centroafricana, Chile, Costa Rica, Italia, Senegal, Tanzania, Tonga, Reino Unido y Ucrania. Además, durante el Jubileo, trece familias beneficiarias del proyecto visitarán Roma en el marco de la Jornada Mundial de los Pobres.
Se trata de una respuesta al fenómeno del sinhogarismo en el mundo. Según explicó a Vida Nueva Mark Mcgreeve, coordinador de FamVin Homeless Alliance (FHA), “a día de hoy, aproximadamente, 1.500 millones de personas sufren este problema en el mundo a causa de la guerra, el cambio climático y la pobreza, sobre todo, en espacios urbanos y villamiserias”.
“Humildes instrumentos de misericordia”
FHA, abundó el coordinador, pone su red de centros a disposición de los más necesitados, siguiendo el ejemplo de San Vicente de Paúl, que acogió, alimentó, educó y acompañó a niños expósitos franceses en las trece casas que habilitó con las hijas de la Caridad.
Nathalie Monteza, manager del proyecto, añadió que la idea es que la bendición del papa sea un reclamo para promover estas acciones en otras ciudades y países del mundo. La Familia Vicenciana recordó en un comunicado que “todos somos mendigos ante Él, pero cuando vivimos como humildes instrumentos de su misericordia, nos encontramos llenos de fuerza y gracia para llevar consuelo a los más necesitados“.
