Entonando el ‘Veni creator’, a las doce en punto de la mañana, arrancó en el Aula Magna del Campus de Montepríncipe la ceremonia en la que fue investida la Reina Doña Sofía como Doctora Honoris Causa de la Universidad CEU San Pablo. Se trata de la primer centro privado y católico que recibe esta aceptación de la madre del Rey Felipe VI para integrarse en el claustro de su comunidad universitaria. Doña Sofía también ha recibido esta alta distinción académica por parte de universidades de la talla de Oxford, Georgetown y Cambridge, entre otras.
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Solo diez minutos más tarde, hacía entrada en el auditorio, tras ser presentada por la vicerrectora de Relaciones Institucionales, María Bellido Barrionuevo, que leyó el decreto rectoral, que reconoce a la nueva doctora por su “relevante contribución al fomento de la cultura y promoción de las artes, por su extraordinario compromiso en el ámbito de las actividades sociales y asistenciales, así como por toda una vida de ejemplar dedicación y entrega a España y los españoles”.
Firmeza, elegancia y pulcritud
Acompañada de su padrino, el catedrático de Ciencia Política de la Universidad CEU San Pablo, Benigno Pendás García, Doña Sofía atravesó la escalinata que le llevó hasta el escenario. Una vez allí, escuchó de Pendás la Laudatio en la que definió a Doña Sofía como una mujer que ha servido a España y a los españoles con “firmeza, elegancia y pulcritud que reconoce la sabiduría popular en forma de respeto y afecto”.
“La hoja de servicios de la monarquía española es abrumadora”, expuso, el también consejero de Estado y presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. A partir de ahí se detuvo en la “particular brillantez” de Juan Carlos I durante la Transición y ahondó en el perfil de Doña Sofía a quien definió como “la expresión viviente de la idea de continuidad” de la corona como “nieta, hija, hermana, esposa, madre, abuela de futuros reyes”. “Podéis estar satisfecha y orgullosa de vuestra contribución a la historia de España”, elogió Pendás, que hizo hincapié en su lucha contra la drogadicción, su compromiso con el Banco de Alimentos y su respaldo a los programas de promoción y desarrollo.
Entrega de símbolos
Fue en torno a las doce y media de la mañana, cuando la rectora de la Universidad CEU San Pablo, Rosa María Visiedo Claverol, procedió a la investidura como tal, entregándole los títulos doctorales e imponiéndole los símbolos que acompañan al grado, esto es, el birrete, el libro de la ciencia, el anillo y los guantes blancos. Además, tomó juramento a la Reina Emérita, que contestó con un sencillo: “Sí, juro”. “Me siento muy honrada por la distinción que me acaban de otorgar, muchas gracias a todos”, correspondió Doña Sofía.
Posteriormente la rectora quiso poner en valor “el amor a España” de Doña Sofía y “el servicio a la sociedad” de la “mediante un constante apoyo a las culturas y a las artes, así como a la investigación” en favor de colectivos vulnerables. “Ha sabido ejercer como nadie la profesión, el ejercicio de Reina, del que sigue en activo”, ensalzó Visiedo.
Agenda propia
Por último intervino en la ceremonia, el gran canciller de la Universidad CEU San Pablo y presidente de la Asociación Católica de Propagandistas, Alfonso Bullón de Mendoza. En su alocución, se detuvo en la “agenda propia” de Doña Sofía a través de la fundación con la que se ha convertido en ”ejemplo de entrega e incondicional en la tarea de construir un mundo mejor”.
Entre los asistentes en el acto, se encontraban, entre otros, el secretario de Estado de Educación, Abelardo de la Rosa, y la viceconsejera de Educación, Ana Ramírez de Molina, además del nuncio Bernardito Auza, el cardenal emérito Antonio María Rouco Varela y el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán.
