El papa Francisco ha recibido en el Vaticano a los participantes en la “Conferencia de Todas las Religiones” y alertó que no respetar los valores religiosos conduce a un mundo con más “intolerancia y odio”. El pontífice advirtió que “no respetar las nobles enseñanzas de las religiones es una de las causas de la problemática situación en la que se encuentra el mundo hoy”.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Una iniciativa hindú
Esta propuesta está promovida por el Sree Narayana Dharma Sanghom Trust con el apoyo del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso y su primer organizador fue Sree Narayana Guru quien, destacó el Papa, fue un “líder espiritual” y “reformador social” hindú que dedicó su vida a promover la “redención social y religiosa” contra el sistema de castas para predicar que “todos los seres humanos, independientemente de su etnia o tradiciones religiosas y culturales, todos son miembros de la única familia humana”. Él, alabó Francisco, “insistió en que no debe haber discriminación contra nadie, de ninguna manera y a ningún nivel”.
Y es que para el Papa, la discriminación “basada en las diferencias” se combate a base de “verdades espirituales” y “valores” compartidos por las distintas confesiones por lo que animó a potenciar el diálogo interreligioso. Por ello, para Jorge Mario Bergolgio, el lema de la reunión, “Religiones juntas por una humanidad mejor”, es “muy actual y muy importante para nuestro tiempo” ya que hay, denunció, “crecientes casos de intolerancia y odio entre pueblos y naciones”.
Apelando al Documento sobre la fraternidad humana para la paz mundial y la convivencia común firmado en los Emiratos Árabes Unidos, el Papa destacó que las religiones enseñan que, “como hijos del único Dios, debemos amarnos y honrarnos unos a otros, respetar la diversidad y las diferencias en un espíritu de fraternidad e inclusión, cuidando unos de otros y de la tierra, nuestra casa común”. “Apoyándose” en sus rasgos comunes las religiones pueden “caminar y trabajar juntos para construir una humanidad mejor”, permaneciendo cada uno “firmemente” arraigado en sus propias “creencias” y “convicciones religiosas”, concluyó Francisco.