A punto de cumplir 80 años y culminar su mandato como arzobispo de Viena, el cardenal Christoph Schönborn reflexiona sobre su legado y los desafíos de la Iglesia católica. En una entrevista reciente en la televisión austriaca, el cardenal abordó temas sensibles como la ordenación de mujeres, la renovación eclesial, la migración y la convivencia interreligiosa, mostrando su compromiso como mediador en un tiempo de tensiones sociales y eclesiales.
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La ordenación de mujeres: un debate abierto pero complejo
Schönborn afirmó que el tema de la ordenación de mujeres “seguirá sobre la mesa”, incluso después de la celebración del Sínodo Mundial. Sin embargo, subrayó que la Iglesia sigue una tradición de 2.000 años que reserva el sacerdocio a los hombres. “¿Seremos mucho más inteligentes en 2024 que una tradición de 2.000 años?”, planteó el cardenal, cuestionando la facilidad con la que algunos abogan por cambios en este ámbito, reconociendo que cualquier cambio en esta área no sería tan fácil, ya que requeriría un concilio ecuménico y no solo un sínodo. Un evento que involucra a toda la cristiandad y que podría tardar años en materializarse.
A pesar de su postura prudente, Schönborn destacó la creciente presencia de mujeres en puestos de liderazgo eclesial, como el caso de Nora Tödtling-Musenbichler, presidenta de Cáritas Austria. También expresó su apertura hacia nuevas discusiones, recordando que la Iglesia Católica siempre debe renovarse para mantener su relevancia: “La Iglesia vive de que las personas encuentren significado en ella y descubran el evangelio. Amo la iglesia y puedo ver en mí mismo que tiene fallas”, dijo Schönborn. Esta realidad demuestra, según el cardenal, que la participación femenina en la Iglesia es crucial, aunque la discusión sobre su acceso al sacerdocio sigue limitada por las barreras de la tradición.
Schönborn mostró, no obstante, cierta apertura al diálogo, destacando la importancia de mantener el debate en el seno de la Iglesia. Para él, la renovación de la institución siempre debe estar guiada por una profunda reflexión teológica y por la conexión personal con el mensaje de Jesús.
Un tema que no se cierra
Mientras tanto, el liderazgo femenino sigue creciendo en otros espacios eclesiales, consolidando su influencia en la misión de la Iglesia. La pregunta, sin embargo, persiste: ¿llegará el momento en que las mujeres puedan acceder plenamente al ministerio sacerdotal? Para Schönborn, la respuesta no solo depende de la teología, sino de un amplio consenso entre las comunidades cristianas. El arzobispo de Viena planea continuar trabajando como “constructor de puentes”. Su compromiso con el diálogo, tanto dentro de la Iglesia como en la sociedad, lo ha convertido en un referente de moderación y apertura.
