El nuncio Bernardito Auza fue el encargado de abrir la llamada VI Cumbre Transatlántica organizado por Political Network for Values (Red Política por los Valores), que reunió ayer en Madrid a no pocos líderes políticos vinculados a la ultraderecha, algunos de ellos identificados directamente con organizaciones cuestionadas desde la propia Iglesia católica, como el Yunque. En total, participan unas 300 personas de 45 países.
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El diplomático vaticano asumió presidir la eucaristía en el Real Monasterio de la Encarnación que dio el pistoletazo de salida a este foro que se reúne bajo el lema ‘Por la libertad y la cultura de la vida’. A las puertas del templo, tuvo lugar una pequeña concentración de personas en defensa del aborto mientras se celebraba la misa.
Cuestionada autorización
La convocatoria de este evento ha generado una trifulca en la espera política española en tanto que se celebra en el antiguo Salón de Plenos de la Cámara Alta. La autorización para convocar el evento fue aprobado el 17 de julio en la Mesa del Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta, pero también el PSOE tiene representación. Eso sí, según aseguran fuentes socialistas a Europa Press ese punto no estaba en el orden del día, ni se debatió ni se votó, por lo que niegan que sus senadores votasen a favor.
La delegación española de esta cita la encabeza el exministro Jaime Mayor Oreja, presidente de Honor de la Network for Values España, el exministro Jaime Mayor Oreja. Durante su intervención inicial defendió que no hay que tener “ningún temor” por defender el derecho a la vida “a pesar de que la moda dominante siga rabiosa y enfadada con nosotros”. Por su parte, el fundador del ultraderechista Partido Republicano chileno, José Antonio Kast, ha aplaudido la celebración de esta cumbre “a pesar del intento minoritario de cancelación”. “Nos temen porque nos saben irreductibles”, advirtió.
Junto a ellos, también tomaron la palabra en el Senado, entre otros, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, la senadora colombiana del Centro Democrático Paola Holguín, y Paolo Inselvini, europarlamentario de Fratelli d’Italia, el partido de Giorgia Meloni. Precisamente Inselvini defendió en el auditorio que “hablar de libertad de expresión y libertad religiosa significa hablar de los pilares sobre los que se funda nuestra civilización”. “Estas libertades no son derechos, son deberes que están inscritas en el corazón humano”, remarcó.
