José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

La Iglesia no es una ‘influencer’ más


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JUEVES

Por la mañana. Treinta años de la muerte del cardenal Tarancón. Con lo que gusta en algunos foros desenterrar mitras de dudosa memoria, y pasa desapercibido el aniversario de uno de los pocos que sí se puede calificar como “histórico” sin temor a caer en loas aderezadas con especias laudatorias.



Por la tarde. Premios Carisma de la CONFER. Hay personas que con su sola presencia generan al que tiene al lado una seguridad tal como para borrar la mínima tensión propia del directo y superar cualquier incidencia como si nada. Para disfrutar desde el compartir una tarea que es misión. Lo da su profesionalidad, su talante, su aplomo y su voz. Pero, sobre todo, su autenticidad. Sin dobleces ni doblajes. Gracias, Elsa.

VIERNES

Un buen amigo me aborda para compartir su inquietud por un sacerdote al que considera ejemplar y que ha sido amonestado por abusos. Me cuesta hacerle entender que su impecable experiencia personal y de fe con él no ha sido tal con quienes ha vejado. Los ladrones de guante blanco tienen similar proceder.

SÁBADO

Trasiego de ambulancias. Camillas que entran y salen. Una anciana con un soplo de vida. Un joven adormecido por el oxígeno. Una silla de ruedas que avisa de una rodilla rota. Un gesto que delata una cefalea insoportable. Mirar de cerca el rostro del sufrimiento y del dolor. Para que mueva y conmueva. Porque la pantalla sirve de barrera. En Urgencias no hay Photoshop que valga.

LUNES

No le han embaucado. Se ha dejado querer. Cual transatlántico.

Pilar Zaragoza_luz Electrica

MARTES

Encuentro de Adviento con el cardenal Cobo de la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España. Justo cuando se cumplen 40 años de la puesta en marcha de esta familia. Respaldo a los comunicadores. Pero también algunas sugerencias de cómo resituarse ante la opinión pública de hoy. Ni nostalgias ni esnobismos. “Una Iglesia que habla sin más, se convierte en un vocero más, en un ‘influencer’ más. La Iglesia no puede seguir las modas del momento sin más, porque esos modelos van cayendo”.  Otro recado más: “La Iglesia no puede entrar en batalla a cualquier precio. Hemos de hacer propuestas innovadoras, no como guerras, sino como propuestas”.