Fernando Prado: “Necesitamos una Iglesia que sea verdaderamente acogedora, que no excluya a nadie”

El obispo de San Sebastián publica una carta pastoral que busca ser una hoja de ruta para fortalecer la espiritualidad, la transmisión de la fe y la integración de los migrantes

El obispo de San Sebastián, Fernando Prado

Con motivo del próximo Año Jubilar 2025 que celebrará la Diócesis de San Sebastián, en el marco del Jubileo en Roma, su obispo, Fernando Prado Ayuso, ha publicado su segunda carta pastoral titulada ‘En Él, nuestra esperanza’. Este mensaje busca inspirar a los fieles a vivir un tiempo de renovación, esperanza y misión, coincidiendo con el 75º aniversario diocesano.



La carta, destaca la esperanza cristiana como motor para enfrentar desafíos actuales como la crisis económica, la secularización y el cuidado de los jóvenes. Prado subraya la importancia de confiar en el amor de Dios y la fuerza del Evangelio para avanzar con fe. El Jubileo diocesano, enmarcado en la convocatoria mundial del Papa en Roma bajo el lema “Peregrinos de la Esperanza”, se inaugurará el 6 de enero de 2025 en San Sebastián con la apertura de la Puerta Santa en la Catedral del Buen Pastor, seguida de ceremonias en Arantzazu y Loyola.

Además, el obispo invita a reflexionar sobre la misión de la diócesis, planteando desafíos como el rejuvenecimiento de comunidades, nuevas vocaciones y la integración de los migrantes. “Necesitamos una Iglesia que sea verdaderamente acogedora, que no excluya a nadie. Los migrantes deben ser reconocidos como parte integral de nuestra comunidad, compartiendo nuestra fe y enriqueciéndola”, ha escrito. Prado llama a soñar juntos con una Iglesia más unida y renovada, capaz de responder a los signos de los tiempos. “Somos peregrinos de la Esperanza. Confiados en las manos de Dios, nos aventuramos hacia un futuro siempre incierto, pero cierto en su destino”, ha reflexionado.

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Evaluación diocesana: retos y fortalezas

La carta pastoral también analiza la situación de la Iglesia en Gipuzkoa. Si bien se reconocen problemas como la disminución de vocaciones y el envejecimiento de las comunidades, el Obispo resalta los “signos de vida” que mantienen viva la esperanza: la acción social de la Iglesia, la riqueza espiritual de los fieles y el compromiso con los más vulnerables. “La fe y el Evangelio son nuestra mayor fuerza. Son signos de vida suficientemente fuertes como para impulsarnos hacia delante”, asegura Fernando Prado.

Una hoja de ruta hacia el futuro

Fortalecer la espiritualidad, promover la transmisión de la fe, caminar en sinodalidad y reorganizar territorialmente la diócesis son los cuatro ejes del camino de conversión pastoral que propone el obispo de San Sebastián. Asimismo, comparte sus sueños para la diócesis, entre ellos un mayor protagonismo de la educación católica, nuevas vocaciones sacerdotales y una religiosidad más profunda. “Soñar juntos es un ejercicio que pretende ser estimulante y provocar nuestro compromiso. Invito a todos a poner su parte con realismo y esperanza”, ha afirmado.

Prado concluye su carta destacando que la diócesis es como una “orquesta sinfónica”, en la que cada fiel tiene un papel importante e invita a vivir el Jubileo como un tiempo de comunión y acción renovada. Anima a todos a participar activamente en el Jubileo, a soñar con una Iglesia transformada y a responder con audacia a los signos de los tiempos: “La fe cristiana debe ser un faro en tiempos de oscuridad, y la esperanza, un motor que impulse a los fieles a superar los desafíos de la vida cotidiana”.

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