Rafael Salomón
Comunicador católico

Es Navidad


Compartir

Es Navidad y hay una alegría muy especial en todos lados, se siente una tranquilidad única. No hay duda, quien ha sido esperado ha llegado y su mensaje nos recuerda lo importante de ser sencillos, de que en las más pequeñas cosas está la grandeza. Dios con nosotros, un plan hermoso para la salvación de nuestras almas, nace para recordarnos lo valioso de la humildad, el no aspirar a ningún reconocimiento y a vivir con lo necesario. Una lección impresionante para la humanidad, muy difícil de comprender en estos tiempos donde la comodidad, el lujo y el representar un nivel de vida son los estándares de nuestra sociedad.



Con profunda tristeza es un mensaje distópico para una gran mayoría, hablar de estos temas causa incomodidad y hasta rechazo. Un Dios humilde, sin mayor pretensión que la del amor hacia nosotros y a veces pienso que sigue siendo un acto incomprendido, creo que continuamos con las mismas incógnitas respecto a la forma en que el Hijo del Hombre da a conocer su mensaje. Teniéndolo todo, decide no aspirar a nada material, en la escacez y pobreza, envuelto en lo más básico, en el pesebre muestra su gloria, su amor infinito, capaz de llegar a límites inimaginables por el ser humano.

Este tiempo es de enormes contrastes y es que por un lado tenemos la celebración majestuosa de la Navidad, con fiestas al por mayor, compromisos sociales y celebraciones donde el derroche de alimentos da paso a los platillos más sofisticados de la temporada y por otro lado, tenemos la Navidad de los necesitados, a quienes por diferentes razones no pueden festejar como las ‘buenas costumbres’ lo indican.

Parque Tematico Mexico Navidad EFE

Parque temático. México. Foto: EFE

El verdadero sentido y significado de la Navidad

Por que el recurso económico no es lo suficientemente holgado y entonces, sólo queda mirar por la ventana las diferentes formas donde el derroche y la ostentación hacen gala de una fiesta que nada tiene que ver con la austeridad de un gran mensaje.

“Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenarlo, sino para que el mundo se salve por él”. Juan 3, 17.

El Hijo de Dios es luz para el mundo y la fe en él adelanta el juicio de la salvación. La espiritualidad de estas fechas sigue estando en sus niveles más básicos y tristemente en ocasiones hasta inexistente, sin entender el verdadero sentido y significado de la Navidad, vamos avanzando como sociedad hacia el consumismo, cuando debería ser todo lo contrario. Pero la parte comercial y el deseo de apariencia siguen siendo el impulso de quienes no quieren, ni desean, centrarse en el mensaje de esperanza.

La envoltura de estos tiempos queda ahí en el obsequio que se entrega y todo se resume a ese instante que dura unos cuantos segundos, así como la felicidad del momento.

Sin ánimo de eclipsar ninguna celebración y con el propósito de valorar este tiempo donde el mensaje es el amor, deseo que pasen una Feliz Navidad recibiendo en nuestros corazones que en ocasiones son como el pesebre en el que Jesús nació, por las carencias que hay en nuestro interior, que ahí en esa miseria, carencia y condiciones para el nacimiento de un bebé, sea el lugar que lo acoja y le ofrezca una sincera bienvenida. La señal de Dios en todos los tiempos es su humildad.