Donald Trump ultima a su equipo de Gobierno de cara a su toma de posesión como presidente de los Estados Unidos de América el próximo mes de enero. En estos días ha desvelado quién será su embajador ante la Santa Sede. Se trata de un católico especialmente crítico con el papa Francisco. Se llama Brian Burch y es el presidente de CatholicVote, un proyecto de la plataforma Fidelis, que fundó en 2005 con la vocación de “inspirar a los católicos de todo el país para que lleven su fe a la vida pública”. Lo cierto es que, con el tiempo, se ha convertido en una plataforma para el partido republicano y en azote para la Administración demócrata.
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El nuevo embajador norteamericano, licenciado en filosofía política, padre de nueve hijos y residente en Chicago, ha llegado a cuestionar la autoridad de Francisco y se ha erigido como defensor del cardenal Gerhard Müller y del nuncio defenestrado Carlo Maria Viganò. “Las acciones de este Papa contra sus críticos, junto con el apoyo progresista católico, solo han venido a dar la razón a quienes advertían que la ‘sinodalidad’ era simplemente una artimaña. ¿Es así como se ve caminar en el Espíritu?”, planteó en sus redes sociales a raíz de la publicación de ‘Fiducia supplicans’, el documento que abre la puerta a la bendición a parejas homosexuales. En paralelo, también auguró un final cercano para Francisco y planteó que su sucesor deberá “clarificar” las incertidumbres que ha generado en su pontificado.
Promover la dignidad
Tras darse a conocer la elección de Trump, Burch se ha limitado a decir que “me comprometo a trabajar con los líderes del Vaticano y la nueva Administración para promover la dignidad de todas las personas y el bien común”. “Espero con ansias el proceso de confirmación y la oportunidad de seguir sirviendo a mi país y a la Iglesia. A Dios sea la gloria”, expone, sabedor de que, tras la propuesta del presidente será el Senado quien tenga que ratificar su nombramiento.
Trump ha presentado a Burch como alguien que “ama a su Iglesia y a los Estados Unidos”. “Nos hará sentir muy orgullosos a todos”, ha expresado el líder republicano que ha desvelado cuál ha sido el motivo principal para coronarle con un cargo de carácter diplomático: su papel como conseguidor de votos en el ámbito católico. “Me representó bien durante las últimas elecciones, ya que obtuve más votos católicos que cualquier candidato presidencial en la historia”, presume el multimillonario presidente norteamericano.
“Es un agitador, sobre todo, lo opuesto a un diplomático”, asegura el profesor de teología y director del Centro Bernardin de la Unión Teológica Católica en Chicago, Steven Millies, en una entrevista concedida a The National Catholic Reporter. Para el docente, “su nombramiento indica lo que ya sabemos: se avecinan tiempos difíciles para las relaciones entre Estados Unidos y el Vaticano”.