Esta frase repetida y pensada por muchos es lo que se me ocurrió decir cuando escuché a deportistas importantes decir que sin su familia, sus padres, su pareja, sus hijos no hubiesen podido llegar a ese lugar ni tampoco mantenerse en esa élite.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
El sostén que recibían a nivel afectivo, emocional era determinante para transitar los momentos de mayor presión. Pongo como ejemplo a Messi, el Dibu Martínez, Lionel Scaloni, Zidane, Guardiola quienes, como varios más, valoran lo recibido de sus padres, sus esposas, sus hijos. Lo mismo puedo decir de deportistas mujeres: la Peque Paretto, Luciana Aymar, las hermanas Williams entre muchas.
Lugar donde refugiarse
La familia es definida como la célula más importante que forma el tejido social. Somos una gran familia humana resultante de un entramado de lazos de sangre y afecto.
La familia es (o debiera ser) el lugar gratuito e incondicional en donde refugiarse, en donde simplemente se es sin prejuicios ni valoración moral. El lugar del aprendizaje para la vida en donde se convive con los límites, el esfuerzo, el respeto mutuo, la escucha, las frustraciones, los logros, las alegrías y las tristezas. Es un espacio de entrenamiento para la sociedad. Es el lugar de origen, preservación y desarrollo de la vida.
A veces nos preguntamos por qué vivimos en una competencia constante sin importar el que queda en el camino tirado, estilos de vida en donde el ser se define por el tener, la intolerancia desde lo más pequeño hasta grandes conflictos. ¿Por qué estamos en una sociedad que se autodestruye con palabras, con actitudes, con armas, con consumismo?
Probablemente la respuesta esté en el lugar de la familia para esa sociedad. Es bien sabido que las células cancerosas comienzan de a una o dos para destruir todo un tejido y matar a un cuerpo. La oferta de droga, el facilismo, las apuestas on line, el amor por tiempos, la falta de límites, el consumismo, la falta de escucha y diálogo, la falta de un sentido trascendente son pequeñas células cancerosas que enferman a las familias y a la sociedad.
Su familia
Así como comencé nombrando a deportistas famosos que valoran a sus familias recuerdo a otro famoso que valora a su familia.
Una familia cuya mamá siempre corría para servir a los más frágiles, que estaba atenta a la voluntad de Dios, un papá trabajador, tierno esposo, preocupado y ocupado por los suyos. Una familia con Dios en medio que lo educó en la fe, que le puso límites, que lo acompañó, comprendió y amó. Una familia en donde el ser estuvo siempre por encima del tener o el aparentar.
Ese hombre criado en esa familia se llama Jesús. Es Dios hecho hombre que quiso nacer, tener, vivir en una familia. Sus padres son María y José.
Esa familia sagrada tiene mucho para enseñarnos y están dispuestos a cuidarnos.
Saben bien que lo primero es la familia.