La juventud también sufre

La Pastoral de jóvenes de Vitoria organiza una nueva edición de SOLASEAN

(Juan M. Castelblanque) La Pastoral de Jóvenes de la diócesis de Vitoria organizó a finales del mes pasado un encuentro con jóvenes en el que se abordó la cuestión del sufrimiento desde la fe a través de la palabra y la música.

 

Dicho encuentro se enmarcó dentro de la cuarta edición de SOLASEAN –‘diálogando’ en castellano–, una iniciativa que pretende “salir al encuentro de los jóvenes para entablar un diálogo en un ambiente adecuado. El encuentro tiene lugar fuera de los espacios parroquiales, en un centro cívico municipal”, afirma Álvaro Chordi, delegado diocesano de Pastoral con Jóvenes de Vitoria.

SOLASEAN está pensado para jóvenes entre 18 y 35 años. Esta iniciativa se enmarca dentro del proyecto diocesano de pastoral misionera ZUGAZ –término euskera que significa ‘­contigo’–, que “trata de crear nuevos espacios y formas para ofrecer lo esencial de la fe cristiana de una forma que pueda ser entendida y acogida por los jóvenes de hoy”, señala Rubén Huidobro, coordinador de la Delegación Diocesana de Pastoral con Jóvenes.

 

Para motivar la participación y creación artística, SOLASEAN convoca un concurso de cortos, fotografías y música con la temática del encuentro. Además, se aprovecha la iniciativa para promover la exposición y venta de productos de comercio justo.

Como invitados acudieron el teólogo José Carlos Bermejo, religioso camilo y director del Centro de Humanización de la Salud (Tres Cantos, Madrid), con el que se entabló un interesante diálogo, y el cantautor Migueli, quien deleitó a los jóvenes con sus canciones.  “¿Por qué sufrimos? es una pregunta inevitable en el ser humano”, indica Huidobro. “Aunque la cuestión del sufrimiento parezca que no está de moda para los jóvenes, lo cierto es que hubo una gran respuesta y el diálogo fue fecundo y enriquecedor”, indica Álvaro Chordi.

Bermejo intentó arrojar luz sobre la visión que los jóvenes poseen del sufrimiento. Para ello se ayudó de la película Tierras de penumbra, de la que desgranó diversas escenas; y del libro Los hijos de Job. Crónica de una infancia dolorida, de Janine Chanteur, del que analizó varios párrafos.  

La intervención del teólogo se estructuró en tres bloques: Las preguntas que emergen del sufrimiento, La fe ante el sufrimiento y Frases hechas que deshacen. Entre cada uno de los bloques actuaron los dos primeros ganadores del concurso musical convocado para la ocasión por SOLASEAN. Las bandas Conexión Directa y LSD Silence, con edades comprendidas entre los 15 y los 21 años, ofrecieron a través de sus letras su visión de lo que representa el sufrimiento. Tras la exposición de Bermejo se abrió un turno de preguntas en el que los jóvenes preguntaron al teólogo cuestiones como hasta qué punto es ético emplear cualquier medio para evitar el sufrimiento, qué hace Dios ante tanta injusticia en el mundo o cómo acompañar en el dolor a los que sufren.

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