El cardenal arzobispo de Rabat, Cristóbal López, lanza para este Jubileo una invitación a los musulmanes a peregrinar junto a los cristianos y fomentar la fraternidad interreligiosa, dentro de los objetivos pastorales de la archidiócesis marroquí establecidos para el ejercicio que se está iniciando.
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En una carta a los fieles firmada el 21 de diciembre, el purpurado español abogó por esta colaboración entre credos al considerar que los mahometanos son sensibles a la peregrinación por sus propios principios, que dictan el viaje a La Meca. Del mismo modo, consideró que el Jubileo es un buen momento para compartir las expresiones de la fe para “beber juntos el agua buena de la fraternidad”.
En ese sentido, pidió al espíritu de Dios que inspire a las personas a desarrollar una manera correcta de vivir entre cristianos y musulmanes, basada en la estima mutua, la fraternidad visible y el trabajo conjunto en el ámbito caritativo, solidario y ecológico.
López también abogó por la paz en las 60 zonas de conflicto y guerra que actualmente hay en el mundo, que muestran un clima social, político, económico y relacional que siembra la desesperación. Hasta el punto de pensar que nuestro mundo se ha vuelto loco. Nuestra casa común parece ya no encontrar motivos para esperar un futuro constructivo y orientado hacia la solidaridad“.
Sin embargo, incidió en que el ejemplo pasado y la confianza en las promesas de la Palabra de Dios perciben “que el género humano lleva en sí las raíces de la justicia y de la paz, el deseo de fraternidad y la reconciliación”, añadió.
Sedes de peregrinación
En ese sentido, explicó que el nuevo año jubilar es un signo de esperanza “contenida en el corazón de cada persona como deseo y expectativa de bien. Una esperanza cristiana que ni engaña, ni decepciona porque está fundada en la certeza de que nada ni nadie podrá jamás separarnos del amor de Dios“. También, abogó por una renovación espiritual de la vida cristiana, una peregrinación del corazón.
El cardenal promovió el cumplimiento de la directriz pastoral de la diócesis basada en la interculturalidad desde el prisma de la esperanza. En ese sentido recordó que, en noviembre, los obispos y vicarios generales de Libia, Túnez, Argelia y Marruecos, que conforman la Conferencia Episcopal del Norte de África, mostraron en sus basílicas la estima mutua y el deseo de fraternidad visible entre cristianos y musulmanes.
En segundo término, el prelado abrió el 29 de diciembre la puerta al Año Santo en la catedral de Rabat y expuso los espacios para vivir la experiencia jubilar en la diócesis a través de la peregrinación: la catedral de Rabat, el monasterio de las monjas clarisas de Casablanca, el monasterio cisterciense de Midelt y la casa franciscana de la Visitación de Tazerte.
