Antes de llegar al despacho principal del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, Simona Brambilla, fue desde 2011 madre general del Instituto Hermanas Misioneras de la Consolata formando parte de la asamblea de la UISG, la Unión Internacional de Superioras Generales. Ahora, la presidenta de esta agrupación, la irlandesa Mary T. Barron, superiora general de las Hermanas de Nuestra Señora de los Apóstoles, da la bienvenida a este nombramiento histórico.
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PREGUNTA.- ¿Cómo valora el nombramiento de la primera mujer prefecta de la Curia precisamente en el Dicasterio para la vida religiosa?
RESPUESTA.- He recibido con gran alegría la noticia de este nombramiento pionero. Conocí a sor Simona durante el Sínodo sobre la Sinodalidad y me alegré cuando se anunció su nombramiento como secretaria del Dicasterio en 2023. Ya ese nombramiento abría nuevos caminos en la Curia Romana, con la primera religiosa nombrada para ese cargo, que es un puesto tan importante para los religiosos de todo el mundo. Dado que se dice que alrededor del 80% de todos los religiosos del mundo son mujeres, tener a una en un puesto tan importante nos dio gran esperanza y alegría. El nombramiento actual supera esa alegría…
Personalmente, tengo un profundo sentimiento de gratitud en mi corazón desde que escuché la noticia, a Dios, al papa Francisco, a sor Simona… He estado esperando y rezando por este día. Con el papa, ha habido una reforma continua de la Curia y hemos visto cómo es posible tener laicos y mujeres en puestos clave de la Iglesia. Así que era realmente importante que este nombramiento de la primera mujer para un puesto tan importante en la Curia de la Iglesia se produjera ahora, cuando comenzamos seriamente a aplicar el Sínodo sobre la Sinodalidad en todo el mundo.
Me encanta también el significado de hacer este anuncio en la fiesta de la Epifanía. Este nombramiento encarna el espíritu de renovación e iluminación, en perfecta consonancia con la celebración de la revelación de Dios a través de Jesucristo. Así, el papa subraya un profundo mensaje de inclusión, igualdad y el papel indispensable de las mujeres en la misión de la Iglesia. Esta medida innovadora es un reconocimiento de las inestimables contribuciones que las mujeres han hecho y siguen haciendo en la vida de la Iglesia.
Espíritu integrador
P.- Tanto la hermana Brambilla como usted proceden de congregaciones misioneras, ¿significa esto algo?
R.- Interesante pregunta. No lo había pensado antes, pero creo que el hecho de que tanto sor Simona como yo provengamos de congregaciones misioneras puede ser importante. Ambas hemos vivido y trabajado en un contexto eclesial diferente y hemos dirigido –yo sigo dirigiendo– congregaciones misioneras, lo que nos pone en contacto con la Iglesia y los pueblos de distintos continentes. Esto es sumamente importante para cualquier función dentro de la Iglesia que tenga un alcance mundial. Creo que la perspectiva y la comprensión misioneras son sumamente importantes en una Iglesia sinodal, ya que aprendemos por experiencia a valorar y atesorar la diversidad. El espíritu misionero suele ser integrador e invita fácilmente al diálogo, cualidades importantes cuando se interactúa con personas de todo el mundo.
P.- ¿Cómo está siendo acogida la noticia en las congregaciones religiosas?
R.- En las primeras 24 horas, ya me habían llegado ecos de religiosas de todo el mundo, sentimientos de orgullo y gran alegría por este nombramiento histórico. Las religiosas están animadas y esperanzadas de que continúen los progresos en la inclusión de cada vez más mujeres en puestos significativos dentro de la Curia. Francisco está predicando con el ejemplo y mostrándonos a todos lo que es posible para las mujeres en este momento.
