En un mensaje dirigido al presidente francés Emmanuel Macron con motivo de la Cumbre sobre Inteligencia Artificial que se celebra en París, el Papa Francisco ha subrayado la importancia de que estas nuevas tecnologías se utilicen como un instrumento para combatir la pobreza, proteger las culturas y fomentar la ecosostenibilidad. “Espero que las próximas cumbres consideren con mayor profundidad los efectos sociales de la inteligencia artificial en las relaciones humanas, la información y la educación”, expresó el Pontífice.
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La importancia del “corazón” humano
“No olvidemos que solo el corazón humano puede revelar el sentido de nuestra existencia”. Esta reflexión de Blaise Pascal, citada por el Papa en su mensaje, constituye la clave interpretativa de su discurso sobre la inteligencia artificial. Francisco advierte que, mientras los algoritmos pueden ser empleados para manipular y desorientar, el corazón, entendido como la sede de los sentimientos más auténticos, nunca puede engañar”.
El Papa recuerda la reciente ‘Nota sobre la relación entre inteligencia artificial e inteligencia humana’, publicada por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe y el Dicasterio para la Cultura y la Educación, y manifiesta su esperanza de que las futuras cumbres profundicen en los efectos sociales de la IA en aspectos fundamentales como las relaciones humanas, la información y la educación. Retomando el pensamiento de San Juan Pablo II, subraya: “La cuestión fundamental es y seguirá siendo humana, es decir, si en medio de estos avances tecnológicos, el hombre, en cuanto hombre, se hace verdaderamente mejor, es decir, más maduro espiritualmente, más consciente de la dignidad de su humanidad, más responsable, más abierto a los demás, especialmente a los más necesitados y débiles”.
Incluir a los más vulnerables
Francisco expresa su preocupación por la falta de representación de los más pobres y marginados en los procesos de decisión globales sobre inteligencia artificial. Valora que la Cumbre de París haya buscado la participación de un amplio espectro de expertos y actores, subrayando que esta reflexión debe traducirse en resultados concretos. Retomando su Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2024, el Papa enfatiza: “Confío en que se trabaje por la creación de una plataforma de interés público sobre la inteligencia artificial, para que cada nación pueda encontrar en ella una herramienta para su propio desarrollo y para la lucha contra la pobreza, pero también para la protección de sus propias culturas y lenguas locales”.
El Papa reitera lo que ya había señalado en la cumbre del G7 en Apulia: la inteligencia artificial, sin un control humano adecuado, podría representar una amenaza para la dignidad humana. En este sentido, enfatiza que una política “sana” debe situar la innovación tecnológica dentro de un proyecto mayor en favor del bien común.