PAN, PIEDAD Y PERDÓN SELECTIVO, por Juan Rubio

“Paz, perdón y piedad” pidió Azaña en 1937. Mientras tanto sonreía a quienes mandaban fusilar al amanecer. No se puede pedir reconciliación a diario removiendo ascuas de odio a la par. Una sociedad reconciliada no se construye con bombas de mano solapadas. Lo tiene que revisar Garzón y quienes hicieron la Ley que él aplica abundando en la memoria selectiva. 

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