Una novela de Ray Loriga (Alfaguara, 2008). El comentario es de Juan Carlos Rodríguez
Ya sólo hablaba de amor
Autor: Ray Loriga
Editorial: Alfaguara
Ciudad: Madrid
Páginas: 176
(Juan Carlos Rodríguez) Eludiendo cualquier exageración a la que la promoción obliga -por ejemplo, la siguiente cita: “Loriga es la estrella del rock de las letras europeas”, atribuidas a The New York Times– y que confunden más que nada, hay que decir que sí, que Ray Loriga (Madrid, 1967) es una de las escasas voces de la narrativa española dotadas de verdadera vocación literaria. Porque en él, la novela -al igual que en el cine- es aún un territorio inexplorado en el que, libro a libro, se reinventa. Da igual, casi, el fracaso o el éxito; cada novela es una reinvención, un espacio desconocido para el lector que le haya seguido antes, una nueva apuesta en el terreno del lenguaje, de la tensión narrativa, de la elaboración de personajes, de la creación de un nuevo tono y renovada invocación a la tradición literaria. No siempre lo consigue, pero lo intenta. Con este libro salda su cuenta con la literatura centroeuropea, especialmente en Kafka y en un filósofo: Kierkegaard. Y lo hace con una novela que es la descripción del propio protagonista y la descripción impetuosa que el narrador nos da del propio protagonista durante dos días de su vida, condenado a enamorarse constantemente y nunca verse correspondido porque, en el fondo, es un intruso en la realidad.
En el nº 2.633 de Vida Nueva.