Director del Centro de Escucha ‘San Camilo’ (Zamora)
(M. Á. Malavia) ¿Qué actividades desarrollarán en este centro, que han inaugurado el pasado 5 de noviembre? El Centro de Escucha es un servicio de acompañamiento en el dolor, producido éste por los distintos motivos que sean: el luto por la muerte de un ser querido, la soledad, la ansiedad ante el paro… Es un lugar donde el que acude puede expresar sus sentimientos, recuperando la ilusión por seguir viviendo. Queremos ser un punto de esperanza.
¿Es un consuelo dirigido a los que poseen un sentido de la trascendencia? Está abierto a todos, sean o no creyentes. Los que no tienen fe pueden encontrar aquí una simple compañía, lo que ya es una ayuda en sí misma.
¿Cómo surgió la iniciativa? Por mi propia experiencia como sacerdote. He visto sufrir a mucha gente… tantos padres rotos por haber perdido a sus hijos… La realidad concreta de la calle es lo que hizo nacer en nosotros la inquietud de dar una respuesta a todo ese sufrimiento, desasosiego y soledad. Todos los que colaboran con nosotros son voluntarios que tienen esas mismas ansias de ayudar al que lo necesita.
En el nº 2.635 de Vida Nueva.
