Tono conciliador y esperanzado

JOSÉ JAVIER RUIZ DE EGUILAR | He participado gozosamente en la JMJ y previamente en los DED en la Diócesis de Vitoria, acogiendo de manera más directa a 140 mexicanos y 20 canadienses, de origen chino. La experiencia ha sido fabulosa, todo un regalo. Da la casualidad de que este año, concretamente el 15 de agosto, he cumplido 25 años de Vida Religiosa dentro de la comunidad de San Viator y creo que ha sido un regalazo el que me ha concedido Dios.

Con estas líneas quería agradecer y felicitar la aportación de Vida Nueva a este acontecimiento. Acabamos de recibir el último número y quería también expresar que todo él me ha gustado mucho. Sabiendo reconocer el éxito que ha sido, la hermosa realidad que muestra y la estupenda  oportunidad que nos ofrece la JMJ de cara al futuro, apuntáis aspectos importantes que también hay que cuidar en nuestra Iglesia, tan necesitada de comunión interior. El tono conciliador y esperanzado que aporta Vida Nueva es aire fresco que se agradece en medio del tórrido agosto de la Iglesia española.

En el número 2.767 de Vida Nueva

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