JUAN RUBIO, director de Vida Nueva | En parroquia del Sagrado Corazón de Lugo ha tenido que salir por pies el párroco, miembro del Camino Neocatecumenal. La nota del Obispado lamenta el rechazo y las formas públicas y tonos que “no respetan la comunión necesaria con la Iglesia universal y niegan la pluralidad en ella”.
Probablemente sea verdad, y es lamentable usar estas formas. En la Iglesia hay otros caminos, pero debiera saber monseñor Carrasco Rouco que esa pluralidad es negada en otras muchas parroquias por movimientos que se creen los “elegidos y puros”; movimientos que desprecian a los sacerdotes por no ser “de los suyos”; movimientos que entran en las parroquias como elefantes en cacharrerías; movimientos que se han creído propietarios de la Iglesia; movimientos que muestran un solo camino y una sola forma, despreciando el sudor que regó el solar del que disfrutan.
Entregar las parroquias a los nuevos monjes-soldados es una irresponsabilidad en quienes, aterrizados desde otras latitudes, han creído que el mundo rural es como el cinturón industrial de grandes ciudades. Y buscan efectos de choque cuando lo que se necesita es la paciencia del labrador.
director.vidanueva@ppc-editorial.com
- La crónica del director: Formación permanente o debate teológico, por Juan Rubio
En el nº 2.778 de Vida Nueva.