(Vida Nueva) En un mundo donde la confrontación y la guerra parecen haberse convertido en “hechos naturales de la historia”, el fundador de la Comunidad de San Egidio, Andrea Riccardi, cree en la “civilización de la convivencia”, que él mismo define como “el pacto para vivir juntos”. Las reflexiones del historiador italiano acerca de los principales conflictos internacionales las podemos encontrar en las páginas de Vida Nueva, en una entrevista realizada a propósito de la publicación de su libro Convivir. A preguntas de Victoria Lara, Riccardi habla, entre otras cosas, de las relaciones del Islam con el mundo occidental.
Él está convencido de que la convivencia pacífica entre ambos es posible, aunque para ello “es necesario mirar el mundo musulmán de una manera articulada”, ya que “el Islam es grande variado, contradictorio, estratificado”. Verlo como problema global, en opinión de Riccardi es “una simplificación de nuestra cultura o de nuestra ignorancia”, pues el Islam global “no está conectado con la cultura y tradición de los países musulmanes que impregnan profundamente la vida y la fe”.
En cuanto al necesario “pacto para vivir juntos”, el fundador de San Egidio está convencido de que las grandes religiones pueden educar en esta dirección, en la de “componer juntos las diferencias, pero también el sentido del límite que el otro representa”. Asimismo, las religiones son “una enorme fuerza de paz”, a juicio de Riccardi, a pesar de que “pueden ser instrumentalizadas por quienes quieren la guerra”.
Al referirse a la violencia xenófoba, tan frecuente por desgracia en nuestros días, el historiador cree que es síntoma de “un malestar, primero de todo espiritual, más que social” y matiza: “está en un gran error quien cree que las migraciones son exclusivamente generadas por el deseo de quien emigra, y no también por la necesidad de los países receptores”.
Andrea Riccardi sostiene que en nuestros días pervive una visión pesimista de la historia que es necesario desarmar. En su último libro, Convivir, habla de conflictos internacionales concretos –en estos momentos hay más de 35 abiertos, muchos de ellos desconocidos- desde una perspectiva histórica.
Más información en el nº 2.595 de Vida Nueva (Sociedad, páginas 40 y 41).