Un libro de Gianfranco Ravasi (Sal Terrae, 2011). La recensión es de Federico Pastor-Ramos.
–
Vivir desde el corazón. Relaciones y sentimientos en la Biblia
Autor: Gianfranco Ravasi
Editorial: Sal Terrae, 2011
Ciudad: Santander
Páginas: 152
–
FEDERICO PASTOR-RAMOS | Gianfranco Ravasi, el autor de este libro, Vivir desde el corazón. Relaciones y sentimientos en la Biblia, ha sido profesor de Antiguo Testamento y hebreo en la Facultad Teológica de Italia Septentrional en Milán y ha publicado numerosos libros. En 2010, fue creado cardenal y, actualmente, es presidente del Pontificio Consejo de la Cultura y de un curioso organismo vaticano, la Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la Iglesia.
El título de la traducción española indica menos el contenido de la obra que el original italiano, el cual suena Che cos’è l’uomo?, o sea, ¿Qué es el hombre? (ser humano). Porque, en realidad, por los temas que se abordan, estas páginas son una antropología bíblica seleccionada.
Después de un capítulo inicial consagrado a explicar la concepción bíblica de “corazón”, la primera parte (“El microcosmos del sentir”) va tratando de sentimientos importantes: mansedumbre, miedo, fiesta y sufrimiento. La segunda (“El universo de los vínculos”), en cambio, está dedicada a las relaciones, habla del amor, la amistad, la pareja, la familia y la ancianidad.
Los temas están expuestos no desde una perspectiva cultural, sino procurando mostrar lo que de mensaje revelado tienen los textos bíblicos acerca de estos puntos. En efecto, a veces en algunos usos de la Biblia –no de esta obra, por supuesto–, se mezclan planos y se entienden páginas bíblicas que están en gran parte condicionadas por las circunstancias históricas y culturales, y son, por tanto, transitorias, como si fueran el mensaje definitivo de parte de Dios.
Ejemplo paradigmático: la interpretación mormona de la poligamia del Antiguo Testamento. Pues bien, G. Ravasi no hace esto, sino que se queda con los datos más permanentes que ofrece la Biblia y pueden considerarse justamente como lo que la Palabra de Dios aporta sobre cada uno de los temas en cuestión. Usa tanto textos del Antiguo Testamento como del Nuevo. Más del primero, porque los aspectos que trata se tocan más largamente en los libros veterotestamentarios.
El modo de exponer los temas es accesible a cualquier persona de cierta cultura, aun sin tener especial formación bíblica. No entra en tecnicismos que estarían fuera de lugar, pero utiliza los resultados de los estudios bíblicos actuales.
Puede decirse que es un libro de divulgación y, como efecto secundario que comparte con otras muchas obras, funciona como una especie de introducción a la lectura de la Sagrada Escritura.
En el nº 2.793 de Vida Nueva.