Un libro de Guy Gaucher (Monte Carmelo, 2012). La recensión es de José María Avendaño Perea.
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Santa Teresa de Lisieux. La biografía
Autor: Guy Gaucher
Editorial: Monte Carmelo, 2012
Ciudad: Burgos
Páginas: 800
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JOSÉ MARÍA AVENDAÑO PEREA | En estos “tiempos recios” de crisis, cuando el Espíritu Santo nos está llamando a la Nueva Evangelización, es necesario amarrarse al único asidero que da sentido pleno a nuestra vida: “Solo Dios basta”, nos dirá santa Teresa de Jesús. Y precisamente ahora, en estos días, nos ha llegado una apasionante biografía de la doctora más joven de la Iglesia, santa Teresa de Lisieux, donde encontramos una espiritualidad encarnada, enraizada en la “realidad de la vida” (Ms A,31vº).
Esta obra nos ayuda a adentrarnos en el misterio inefable de amor que Jesucristo siente y muestra por su Iglesia. Teresa nos regala su experiencia eclesial, consistente en un “corazón ardiente de amor” y en la definición de su propia vocación de ser “el Amor” en ese lugar místico; y la santa patrona de las Misiones nos conduce a vivir gozosos e inquietos por anunciar el Evangelio.
En la vida de santa Teresa del Niño Jesús, la ejecución del joven Pranzini, su “primer hijo” espiritual (ante la que ella se sitúa a contracorriente de la opinión general que reclama la muerte del “monstruo”), le lleva a descubrir el Amor misericordioso del Señor, siguiendo la lógica de su “conversión” en la Navidad de 1886. Hasta entonces, nunca había sentido “ese gran deseo de trabajar para la conversión de los pecadores”.
El Señor hizo de ella “un pescador de almas”. Lo resume así: “Sentí, en una palabra, que la caridad entraba en mi corazón, la necesidad de olvidarme a mí misma para dar gusto a los demás ¡y desde entonces fui feliz!…”. (Ms A,45vº). A partir de ahora, ella buscará el bien de los demás, incluso a su costa, y en esta oblación de amor encuentra la felicidad que permanecerá siempre en toda su existencia, incluso cuando atraviesa “cañadas oscuras”.
De la Santa Faz
Entre los hermosos descubrimientos de esta biografía, encontramos uno que marcará toda su vida en el Carmelo, y es el momento a partir del cual comienza a llamarse Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz. La contemplación del Rostro ensangrentado de Jesús es una gran fuente de inspiración.
Afirma el autor: “Hasta tal punto que Celina [su hermana] había dispuesto que aplicasen sobre el rostro de su padre enfermo aceite de la lamparita situada bajo el icono de la Santa Faz. Teresa solo firmará ‘de la Santa Faz’ en sus cartas a sus más íntimos”. Inseparable unión entre la contemplación del Rostro doliente de Cristo y el de nuestros hermanos; entrañable y concreta pedagogía pastoral para nuestra vida cristiana diaria.
El peso de este libro se ve aligerado por novedades como esas páginas sobre “Teresa en 44 fotos”, algunas no publicadas hasta hora; etapas de la historia póstuma; cronología póstuma; plano del Carmelo de Lisieux en 1897; cronología general; genealogía de las familias Martin y Guérin.
Una gran obra de casi 800 páginas tejida en siete capítulos que desgranan, sin cansancio ni reiteraciones, la ejemplar vida de una joven seguidora de Jesucristo, apasionada por llevar el Evangelio a todos, con la valentía de acercarse a los corazones heridos por la ausencia de Dios.
El autor es Guy Gaucher, carmelita descalzo, obispo emérito de Bayeux-Lisieux, y ha sido publicada en España por Monte Carmelo, editorial a la que debemos dar gracias. Un buen trabajo de investigación de un hombre enamorado de Jesucristo y de su Iglesia. Un libro de ágil redacción y amena lectura, que nos adentra en la vida de santa de Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, testigo de la experiencia de la fe, del amor de Dios y de la noche del alma.
Estas páginas hacen que el lector pida a la Trinidad Santa: “Señor, tengo fe; pero aumenta mi fe”, con el deseo de la joven discípula, santa y doctora: “En el corazón de la Iglesia, mi Madre, yo seré el amor”. Felicidades, monseñor Gaucher.
En el nº 2.798 de Vida Nueva.